Saber del mundo

Última actualización [04/06/2007]



Catador: guía del buen vivir

Arturo Reyes Fragoso

MEXICO
Poco a poco el catador ha ido abandonando la imagen snob de una persona casi casi con poderes sobrenaturales que le confieren el poder para dictaminar sobre las cualidades de un vino

Poco a poco el catador ha ido abandonando la imagen snob de una persona casi casi con poderes sobrenaturales que le confieren el poder para dictaminar sobre las cualidades de un vino, para convertirse en lo que en realidad es: un promotor de la cultura vinícola que recurre al análisis sensorial para realizar su labor, producto de un arduo entrenamiento y un profundo conocimiento de su materia.

Su papel, además, no se limita al mundo del vino, sino que ya abarca a otros productos, como aceites, quesos, embutidos y destilados, y no sólo se enfoca a orientar los gustos del consumidor.

"Yo creo que la función del catador terminará por implantarse en toda la industria de la alimentación, como una fase muy importante de sistemas de control de calidad organolépticos y gestación de tendencias del consumidor."

Lo anterior lo expresa Fernando Gurucharri Jaque, presidente de la Unión Española de Catadores, quien recientemente visitó nuestro país, para coordinar un maridaje de vinos españoles en el restaurante Puerto Getaria de la ciudad de México, lo que marcó el inicio de una campaña de promoción coordinada por la embajada de España.

Desmitificaciones
El entrevistado señala una evolución positiva de la percepción del consumidor hacia la figura del catador, la cual tiende a desmitificarse: éste simplemente debe informar sobre la calidad y características del caldo que analiza.

"Antes se veían como gurús, gente extraña dedicada a hablar del vino en términos que nadie entendía. Parecía ser alguien dotado de artes mágicas, quien hacía que un vino fuera mejor sólo por dictaminarlo. En realidad, debemos saber explicar y comunicar las características de un vino de forma que la gente lo entienda y descubra que lo que decimos no es acto de fe."

Otro cliché que empieza a desecharse es el de considerar al catador como un ser privilegiado nacido con el don de descubrir las características de un vino cuando, en palabras del señor Gurucharri, esta cualidad se forja en el ejercicio diario de la práctica, como un futbolista.

"El tiempo nos está demostrando que los catadores son técnicos que lo único que han desarrollado es un método de trabajo para saber utilizar los sentidos y conocer a fondo un producto determinado, sin lo cual resulta difícil juzgar, valorar y describir sus características." Domingo 08 de abril de 2007

FUENTE: Periódico El Universal/Estilos