Saber del mundo

Última actualización [21/05/2006]



Quiere conquistar el mundo......del vino




NUEVA ZELANDA
- Si hay algo de lo que los neozelandeses se sienten orgullosos hoy en día es de sus vinos.

En un país de 4 millones de habitantes (poco más de la población total de Ecatepec), actualmente se desarrolla una de las industrias vitivinícolas más prometedoras, con alrededor de 20 mil hectáreas de viñedos repartidas entre sus dos islas, 500 bodegas de vinos, una producción anual de 11.5 millones de cajas y ventas registradas por 450 millones de dólares en exportaciones durante el 2005.

Pero esta promesa va más allá de los números. El sello de la casa, el Sauvignon blanc, ha alcanzado reconocimiento internacional por su cuerpo, aroma y sabor afrutado con toques de kiwi y grosella, que algunos expertos catalogan de "único en su tipo".

"Debido en parte a las condiciones climáticas del país y la geografía, con latitudes de entre 36 y 45 grados, la industria decidió abocarse al cultivo de variedades de alta calidad como Sauvignon blanc y más recientemente Pinot Noir.

"El resultado de esto es una selección de vinos de distintas variedades que crecen en 10 zonas de Nueva Zelanda", explicó el Dr. Glen L. Creasy, catedrático e investigador del Centro de Viticultura de la Universidad de Lincoln.

La isla norte, de clima húmedo y cálido, alberga las regiones de Northland, Auckland (Waiheke Island), Waikato (Bay of Plenty), Martinborough, Gisborne y Hawkes Bay. Es ahí, señala el Dr. Creasy, donde se consiguen las mejores cosechas de Syrah, Merlot, Cabernet Sauvignon y Chardonnay.

Por su parte, la isla del sur con su clima frío, incluye las zonas de Nelson, Canterbury, Central Otago y Marlborough, siendo esta última, la principal productora de Sauvignon blanc, variedad que el año pasado alcanzó la cifra de 4 millones de cajas exportadas a países como Estados Unidos, Australia y Gran Bretaña.

De acuerdo con el investigador, otras regiones como Central Otago han crecido rápidamente en los últimos 10 años especializándose en el cultivo de Pinot Noir, variedad de uva que apareció por primera vez en Nueva Zelanda durante los años 70.

Le ponen su sello
Gracias al éxito en la exportación de vinos, en el 2003 se creó un servicio especial denominado "Wine Export Certification Service", el cual se encarga de inspeccionar y verificar la calidad de los productos mediante catas y pruebas de laboratorio, previo a su venta en el extranjero.

Otro aspecto particular de los vinos neozelandeses es el uso de tapa rosca en lugar del embotellado con corcho.
Esto, asegura Creasy, permite conservar intacto el sabor del vino, además de que soluciona el problema de la falta de corcho de buena calidad en el país.
Se tiene previsto que, para finales del 2006, el 90 por ciento de la producción de vino neozelandés utilice tapa rosca.

El trabajo en los viñedos
Debido a la escasez de mano de obra, la mayoría de la recolección en viñedos de Nueva Zelanda se lleva a cabo de manera mecánica, con excepción de las uvas Pinot Noir.
Previo a la cosecha, se cortan las hojas de la vid para que los racimos reciban los rayos del sol. También se utilizan las conchas de los mejillones o vidrios rotos colocados en la base de la vid, esto con el fin de crear una superficie reflejante.

Finalmente, a través del programa "Sustainable Winegrowing" se busca minimizar el impacto ambiental y las pestes que pueden atacar la vid. Aproximadamente el 80 por ciento de los viñedos en el país funcionan bajo este régimen.
Christchurch, 26 abril 2006

FUENTE: Reforma.com/Buena Mesa/Artículo
http://www.reforma.com/buenamesa/articulo/640910/default.asp?plazaconsulta=reforma&DirCobertura=suplementos/buenamesa