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Última actualización [05/03/2006]



Historia del Armagnac




FRANCIA
En Armagnac, los romanos introducirían la vid, los árabes el alambique y los celtas importarían el tonel. De la confrontación de estas tres culturas nació el Armagnac, el aguardiente más antiguo de Francia.

En esta región privilegiada, el cultivo de la vid remonta a los tiempos romanos; como lo testimonian los magníficos mosaicos descubiertos en la Villa galorromana de Séviac, de los cuales los más bellos, con sus volutas llenas de racimos, cepas y hojas, loan las vendimias.

Más tarde, hacia finales del siglo VI, los vascones invaden la región que llevará su nombre, y que se transformará hasta convertirse en 670 en el primer Ducado de Gascuña. Al analizar el nombre de Armagnac, los historiadores han encontrado huellas de un caballero Herreman, compañero del fogoso Clovis, quien había recibido un feudo en recompensa por su bravura. Latinizado por los capistes medievales, Herreman se transformaría en "Arminius", hasta que la lengua local lo adaptara y transformara en Armagnac. En el siglo X, un pequeño condado que lleva este glorioso nombre nace en Gascuña.

El Armagnac es el aguardiente más antiguo de Francia; su historia se confunde íntimamente con la de Gascuña después de que en el siglo XV, entre 1411 y 1441, aparecen irrefutables, las pruebas de su producción, de su consumo y de su comercialización. Según René Cuzaq, el Armagnac es, desde 1461, un producto habitual en el mercado de Saint Sever en la región de Las Landas. Originalmente, este producto misterioso que concierne casi a la alquimia, no se consume en lo absoluto. Se le atribuyen virtudes terapéuticas... El agua de fuego: "aygardent". Un agua de inmortalidad de aromas y sabores complejos.

Las citaciones de los aguardientes en Gascuña se multiplican hasta encontrar en el siglo XVII las huellas de un verdadero mercado del Armagnac en Mont-de-Marsan y Aire-sur-l''Adour.

En el siglo XVII, los holandeses compran casi todos los vinos de la costa atlántica francesa, excepto los Burdeos que están destinados al mercado inglés. Los holandeses suben el río Garona y firman su primer contrato con los viñedos de Gers. Temerosos de la competencia, los bordoleses interceptan los convoyes que descienden el río con el pretexto de que ningún otro vino diferente al Burdeos puede ser transportado por vía fluvial. Si el vino está prohibido, el alcohol no lo está, es así como se comienza a destilar los vinos en la región de Gascuña. Los holandeses compran desde entonces en Armagnac grandes cantidades de alcohol que sirven a enriquecer y establecer los vinos con los que proveen a los pueblos del Norte de Europa.

En 1730, el aguardiente es un verdadero producto comercial que sigue las fluctuaciones de los años: buenos o malos. Para mitigar los periodos de escasez, se pone el aguardiente en reserva en toneles de madera que se conocían desde los galos y ¡oh milagro! se descubre un tesoro: el color, la redondez y los mejores aromas que el envejecimiento ofrece como herencia.

En el siglo XVIII, la guerra de independencia de los Estados Unidos da un auge adicional a los negocios. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, algunos negociantes de la región construyen bodegas, controlan el envejecimiento y tratan de hacer conocer y apreciar el Armagnac por sí mismo. Inquietos de su reputación, de la calidad de sus aguardientes y de la perennidad de sus empresas, los negociantes buscan mejorar la calidad de sus Armagnacs. Comienzan entonces por llevar a cabo operaciones muy minuciosas de corte, efectuar controles rigurosos de envejecimiento y controlar sus reservas y las características de cada lote.

Antes de los departamentos de Hérault y Gironde, el Gers se convierte en el primer departamento vitícola francés. Sin embargo, el viñedo de Armagnac conocerá también la plaga de la filoxera en 1870. De las 100.000 hectáreas de vid, sólo un cuarto se volverá a plantar.

La región se organiza: el Decreto del 25 de mayo de 1909 delimita la zona de producción de los aguardientes de Armagnac y sus tres regiones, el Decreto del 6 de agosto de 1936 define la Appellation d''Origine Contrôlée Armagnac y sus condiciones de elaboración.

El Armagnac se vende entonces tradicionalmente en toneles por la comodidad en el transporte.
Después de la guerra de 1939-1945, los consumidores más exigentes desean conocer mejor la identidad de los productos y se extiende el uso de embotellar los Armagnacs, ofreciendo así una mejor garantía de autenticidad al aguardiente de Gascuña.

Actualmente, el Armagnac ha conquistado todo el mundo. Sus 9 millones de botellas anuales se consumen en más de 130 países.

Los Milagros del Armagnac
A menudo se ignora que el Armagnac se consumió durante mucho tiempo por sus virtudes terapéuticas. Sin embargo, se han encontrado numerosos documentos históricos que revelan así sus propiedades particularmente benéficas y que han sido resaltadas por ilustres personajes.

De este modo, podemos citar a Vital Dufour. Este prior de Eauze y de Saint Mont, que nació por el año 1260, realiza sus estudios en París. Este franciscano estudia medicina en Montpellier en 1295.

Después de ocupar diversos puestos, el Papa Clemente V le atribuye en 1313 el capelo cardenalicio.

Además de las numerosas publicaciones teológicas que pudo redactar, Vital Dufour también escribió una obra de medicina.

Esta valiosa obra procedente de la biblioteca del Vaticano fue descubierta y traducida por el abad Loubès. Esta obra nos revela todas las virtudes del Armagnac:

«Se piensa que si esta agua, se toma medicinalmente y con sobriedad, puede ofrecer 40 virtudes o atributos.
Cuece un huevo, conserva las carnes cocidas o crudas... y si se añaden hierbas extrae sus virtudes...
Hace desaparecer el color rojo y la irritación de los ojos, evita el lagrimeo.
Cura la hepatitis si se le bebe con sobriedad.
Cura la gota, los chancros, las fístulas si se le bebe y las heridas si se le aplica. Si se unta frecuentemente sobre un miembro paralizado le devuelve su estado normal.
Aviva la mente si se le toma con moderación, mejora la memoria y vuelve al hombre feliz por encima de todo, conserva la juventud y retarda la senilidad...
Calma el dolor de dientes, quita el mal olor de la nariz, de las encías y de las axilas.
Hace desaparecer las irritaciones de la garganta si se hacen gárgaras frecuentemente.
Es muy útil para los melancólicos, los gotosos e hidrópicos...
Alivia el dolor de los oídos y la sordera, cura la fístula del chancre...
Hace que desaparezcan los cálculos de la vesícula o de los riñones, cura la cuartana, siempre y cuando se tome con sobriedad de vez en cuando. Asimismo, si los leprosos la toman moderadamente de vez en cuando, evitará que su lepra avance.
Es útil para la mujer embarazada, si bebe de vez en cuando y con moderación.
Si se unta en la cabeza, cura las jaquecas, sobre todo aquellas causadas por resfriados.
Y si una persona tímida la bebe de vez en cuando reteniéndola en la boca, le soltará la
lengua y le procurará audacia,...»


FUENTE: Bureau National Interprofessionnel de l''Armagnac
http://www.armagnac.fr/images/Docpdf/dosprespagnol.pdf