Saber del mundo

Última actualización [21/08/2005]



El Mate





Martín A. Cagliani

ARGENTINA
Infusión muy tomada en Argentina, Uruguay, Paraguay y en menor cantidad en países vecinos a éstos.

Cuenta la leyenda que fue el mismo Tupá (Dios del bien) el que bajo del cielo y les enseñó a los guaraníes como preparar y tomar la yerba mate. El origen de la yerba mate se pierde en el tiempo y la tradición americana registra la misma leyenda en el norte de Argentina y en los estados sureños del Brasil.

Hoy la industria yerbatera es una industria importante que no solamente abastece al consumo interno sino que exporta a lejanos países, incluso a Medio Oriente.

Cuentan que cierta vez, mucho antes de la llegada de los españoles, un viejecito y su nieta, cansados del deambular de su tribu nómada, se quedaron en las serranías cerca de las Cataratas de Iguazú. Una tarde llegó hasta la choza un extraño viajero de tez pálida. El viajero, que no era otro que Tupá, quiso recompensar la bondadosa atención que el viejo le brindo e hizo crecer una planta cuyas hojas serían calmante de la sed, compañía para las horas de soledad y generoso tributo para las visitas. Tupá les enseño a preparar la yerba para tomarla y los hizo guardianes de la planta y desde entonces se convirtieron en los dioses protectores del yerbatal, Caá Yará (el viejo) y Caá Yari (la nieta).

Los indios sorbían la bebida de la calabacita que servía de recipiente (que los guaraníes llaman caiguá) por medio de la tacuapí, pequeña cañita usada a modo de bombilla, o bien mascaban sus hojas durante sus largas caminatas.

Según el historiador Ruíz Díaz de Guzmán, fue Hernando de Arias y Saavedra (Hernandarias), en 1592, quién descubrió la yerba mate en las guayacas (especie de monederos), de unos indios que cayeron en su poder.

Muy pronto se difundió esa bebida, de la que los españoles exageraban sus beneficios. Los jesuitas la preparaban en forma de té (mate cocido), porque desconfiaban del mate con bombilla, atribuyéndole connotaciones diabólicas, por lo cual sele aplicaron toda clase de prohibiciones. Hasta se lo denunció a la Inquisición de Lima en 1610 como “sugestión clara del demonio”. Pero los jesuitas fueron los primeros en dedicarse al cultivo de la yerba mate de nombre científico Ilex Paraguariensis o Ilex Theazans.

El nombre mate deriva de la palabra quechua mati, palabra que se utilizaba para llamar a la calabaza recipiente, que era más fácil de pronunciar para los españoles que la guaraní caiguá, que cumplía la misma función.

(Investigación y elaboración a cargo de Martín a. Cagliani, estudiante de Antropología Arqueológica e Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Victoria Buenos Aires, Argentina.)
LA PAGINA DEL CONOCIMIENTO
http://webs.uolsinectis.com.ar/mcagliani/

FUENTE: Portal Educativo Argentino para Hispanoamérica y el Mundo
http://www.educainformatica.com.ar/docentes/tuarticulo/
cultura/elmate/