Mitos y Realidades

Última actualización [09/09/2016]



Siete mitos circulantes sobre el alcohol

Marisol Guisasola

FUENTE:      Mujer Hoy/Blogs

ESPAÑA

Hablamos mucho con una copa en la mano, y la bebida nos confunde. Distinguir mitos y realidades puede ayudarte a aclarar conceptos.

Mito 1. Cuanto bebo alcohol, funciono mejor en la cama.

Realidad. El alcohol distorsiona la realidad y aunque creas que te ayuda a funcionar mejor, empeora tu rendimiento. Ya lo dijo Shakespeare: “El alcohol provoca el deseo, pero frustra la ejecución”.

Mito 2: Es mejor beber los fines de semana que a diario.

Realidad. Depende. Para empezar, una copa de vino al día aumenta la esperanza de vida (2 copas, en el caso de los hombres). En cuanto al peso, un estudio con más de 45.000 personas dio un dato curioso: ¡Las que sólo bebían en días concretos tenían IMC (índice de masa corporal) más altos que las que bebían a diario! ¿Una hipótesis? Que la mayoría de la gente que bebe a diario lo hace de forma civilizada, no para emborracharse.

Mito 3. No hay discriminación: el alcohol afecta por igual a hombres y mujeres.

Realidad. Los hombres expresan más la enzima deshidrogenasa, que ayuda a metabolizar el alcohol. Por eso nosotras no lo metabolizamos a la misma velocidad, lo cual acaba en mayores picos de alcohol en sangre (y en efectos más obvios). La parte buena de esa “discriminación” es que nos mantiene alejadas del exceso. De hecho, los hombres españoles beben el doble de alcohol que las mujeres, según el Ministerio de Sanidad.

Mito 4. Soy capaz de beber mucho sin perder el control.

Realidad. Mira lo que dicen las estadísticas: una persona que ha tomado alcohol, incluso si cree que conserva el control, tiene mayor riesgo de mantener relaciones sexuales sin protección, ser víctima de agresiones y abusos y causar daños a personas y propiedades.

Mito 5. Aguanto más que mis amigas.

Realidad. Si tienes que tomar cada vez más alcohol para notar su efecto, es porque has desarrollado tolerancia. La tolerancia, que dicho de otro modo es el acostumbramiento del organismo al alcohol, aumenta el riesgo de muchos problemas de salud, incluido el del alcoholismo.

Mito 6: Hay que emborracharse para tener resaca.

Realidad: Un par de bebidas alcohólicas pueden provocar resaca a algunas personas. Para evitarla, toma un gran vaso de agua, con gas o sin gas, una rodaja de limón y unos cubos de hielo (¡así es más apetecible!) entre una bebida y otra y evita no sumar más de una bebida estándar por hora, si eres hombre, o por hora y media si eres mujer y no rebasar más de 4 y 3 respectivamente.

Mito 7. Si has bebido mucho, come pasta antes de irte a la cama.

Realidad. Ese tip no funciona para nada. La comida tiene que estar en el estómago antes de empezar a beber para que el alimento actúe como filtro y retrase que el alcohol se incorpore a las sangre. Un consejo que sí es eficaz: beber mucha agua antes de acostarte. La resaca tiene mucho que ver con la deshidratación.