Mitos y Realidades

Última actualización [22/06/2015]



9 MITOS SOBRE EL ALCOHOL


FUENTE: Ministerio de Salud de Argentina

ARGENTINA

Mito 1: Un café cargado o un baño ayudan a ponerse sobrio.

Realidad: Ni el café ni un baño aceleran la eliminación del alcohol. Éste se elimina de la sangre a razón de un (1) trago estándar (una cerveza, un caballito de tequila una copa de vino) por hora, considerando como referencia el organismo de un hombre adulto sano. Las mujeres -al tener menor contextura física, agua y grasa corporal- tardan media hora más para procesar cada trago.

Mito 2: Las bebidas suaves como el vino y la cerveza emborrachan menos.

Realidad: Los efectos del alcohol son los mismos con todas las bebidas. El impacto en el cuerpo del individuo depende siempre, más que de la graduación alcohólica de cada bebida, de la velocidad y de la cantidad que se ingiera, además, de muchos otros factores, como por ejemplo: si se trata de un varón o de una mujer, el contexto donde se consume, las expectativas, el estado de ánimo, el peso corporal, la presencia de otras drogas o enfermedades pre-existentes.

 

Mito 3: El alcohol facilita el diálogo.

Realidad: Las personas suelen sentirse más relajadas cuando consumen alcohol, ya que se afectan las funciones de juicio y control. Sin embargo, cuanto más alcohol se ingiere, disminuye la capacidad para expresarse y se pierde la orientación y la claridad de los pensamientos, dificultándose una buena comunicación con los demás, lo que incluye el riesgo de decir cosas inconvenientes.

 

Mito 4: Beber sólo los fines de semana no hace daño.

Realidad: El daño que provoca el alcohol no depende del día de la semana en el que se ingiere, sino principalmente de la manera en la que cada uno lo incluye en sus actividades, la cantidad, la frecuencia y la velocidad de la ingesta.

 

Mito 5: La bebida alegra, estimula.

Realidad: Es posible que la persona se desinhiba, pero NO es un estimulante. Esta idea está basada en la asociación errónea que se hace entre el consumo de alcohol y la diversión. El factor psicológico cuenta mucho en esta idea y, por el contrario, quien atraviesa por dificultades en su vida así esté en una fiesta, caerá en un estado de tristeza y hasta depresión.

 

Mito 6: Si no tomo mucho, puedo manejar sin riesgos.

Realidad: Aún en pequeñas cantidades, el consumo de alcohol puede afectar la capacidad de respuesta, los reflejos y la percepción del tiempo-espacio, lo cual aumenta la posibilidad de sufrir accidentes que deriven en lesiones que pueden ser transitorias e incapacitantes y, en el peor de los casos, permanentes. Por lo tanto, se si bebió lo más sensato es no conducir.

 

Mito 7: Hay gente que sabe beber y no se emborracha, aún después de varias copas.

Realidad: De ser así, significa que se ha desarrollado el fenómeno conocido como "tolerancia", lo cual es más grave, ya que el cuerpo deja de avisar sobre los efectos perjudiciales del alcohol en la salud de la persona, pudiendo llegar a la enfermedad del alcoholismo.

 

Mito 8: Todo el alcohol ingerido se elimina a través de la orina y el sudor.

Realidad: Sólo un porcentaje muy pequeño ( 10% ) se elimina de esta manera. El resto se metaboliza por el hígado y se convierte en grasa. Cuando hay consumos abundantes y frecuentes, puede derivar en la enfermedad conocida como hígado graso.

 

Mito 9: El alcohol facilita las relaciones sexuales.

Realidad: Las personas pueden sentirse desinhibidas con algo de alcohol, pero por ser un depresor del sistema nervioso central, su consumo puede inhibir la respuesta sexual. Además, aumenta la posibilidad de tener relaciones sexuales inesperadas o no saludables, así como el riesgo de contraer infecciones de trasmisión sexual como el VIH, o embarazos no planificados.

Ante preguntas, dudas o problemas frente al consumo de alcohol, no dejes de acercarte, o acompañar a otros, a los Servicios Asistenciales Públicos distribuidos en todo el país.

Podés encontrar el más cercano a tu domicilio en la Cartilla nacional de servicios asistenciales públicos frente al consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas.

Además de lunes a viernes, de 9:00 a 21:00, funciona el servicio de atención telefónica gratuita del Ministerio de Salud de la Nación (0800 222 1002 opción 6). Allí ofrecen asesoramiento y orientación sobre el consumo problemático de alcohol.