Mitos y Realidades

Última actualización [30/01/2012]



Razones para el abuso de sustancias entre personas con trastornos mentales.

Thornton LK; Baker AL; Lewin TJ

ESPAÑA

La comorbilidad de los trastornos mentales y el consumo de sustancias sigue siendo un problema importante. Para informar sobre el desarrollo de las intervenciones más eficaces para estos trastornos co-existentes, este trabajo tuvo como objetivo determinar si hay variaciones claras en las razones para el consumo de tabaco, alcohol o de cannabis a través de las personas con diferentes trastornos mentales.

Métodos: Datos de cinco ensayos controlados aleatorios en los trastornos coexistentes que midieron las razones para el consumo de tabaco, alcohol o cannabis utilizando el Cuestionario de Motivos para el Consumo de Drogas, Cuestionario de Razones para Fumar o por medio de respuesta libre son reportados y combinados. Dos estudios incluyeron participantes con depresión, dos de los participantes involucrados con un trastorno psicótico y uno de los participantes involucrado en una amplia gama de trastornos mentales. Se llevaron a cabo una serie de regresiones logísticas para examinar las diferencias en los motivos para el consumo de tabaco, alcohol o cannabis, y comparar estas razones entre las personas con trastornos psicóticos o depresión.

Resultados: Los participantes tenían una edad media de 38 (SD = 12) y poco más de la mitad (60%) eran varones. El cuarenta y seis por ciento de los participantes tenían un trastorno psicótico y el 54% experimentaron depresión. Los datos de 976 participantes en los cinco estudios se incluyeron en los análisis. El tabaco y el alcohol se utilizaron principalmente para hacer frente al consumo, mientras que el cannabis se utilizó principalmente para el placer. Las personas con trastornos psicóticos fueron más probables que las personas con depresión a consumir tabaco para hacer frente al consumo, por placer y motivos de enfermedad. Las personas con depresión, en cambio, eran más probables a consumir alcohol por estas razones y razones sociales.

Conclusiones: Ello puede ser importante para adaptar las intervenciones para los trastornos mentales co-existentes y el consumo de drogas por tipo de sustancia y tipo de trastorno mental. Por ejemplo, las intervenciones se puede mejorar mediante la inclusión de estrategias alternativas para hacer frente al consumo de tabaco y / o alcohol, al abordar el papel social del alcohol y para ayudar a las personas con trastornos mentales que consumen cannabis por obtener placer en sus vidas de otras maneras.

Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original: www.sciencedirect.com/science/journal/03064603

 

Abstract

Background: Comorbidity of mental disorders and substance use continues to be a major problem. To inform the development of more effective interventions for these co-existing disorders, this paper aimed to determine if there are clear variations in the reasons for tobacco, alcohol or cannabis use across people with different mental disorders.

Methods: Data from five randomized controlled trials on co-existing disorders that measured reasons for tobacco, alcohol or cannabis use using the Drug Use Motives Questionnaire, Reasons for Smoking Questionnaire or via free response are reported and combined. Two studies involved participants with depression, two involved participants with a psychotic disorder and one involved participants with a range of mental disorders. A series of logistic regressions were conducted to examine differences in reasons for tobacco, alcohol or cannabis use and to compare these reasons between people with psychotic disorders or depression.

Results: Participants had a mean age of 38 (SD=12) and just over half (60%) were male. Forty-six percent of participants had a psychotic disorder and 54% experienced depression. Data from 976 participants across the five studies were included in the analyses. Tobacco and alcohol were primarily used to cope, while cannabis was primarily used for pleasure. People with psychotic disorders were more likely than people with depression to use tobacco for coping, pleasure and illness motives. People with depression, in contrast, were more likely to use alcohol for these reasons and social reasons.

Conclusions: It may be important to tailor interventions for co-existing mental disorders and substance use by substance type and type of mental disorder. For example, interventions might be improved by including alternative coping strategies to tobacco and/or alcohol use, by addressing the social role of alcohol and by helping people with mental disorders using cannabis to gain pleasure from their lives in other ways.

FUENTE:      Addictive Behaviors/Dic. 2011.

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