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Última actualización [13/05/2007]



Hijos Adultos de Padres Alcohólicos

Psic. Mirtha Campillo

Hijos Adultos de Padres Alcohólicos


Las investigaciones sobre la dinámica familiar, de la familia alcohólica son recientes aproximadamente entre los años setenta y principios de los ochenta y coinciden en que todos los miembros de la familia sufren innumerables consecuencias por convivir con un padre o una madre alcohólica. En las diferentes investigaciones se encontró que entre las consecuencias que sufren los hijos durante la infancia existen problemas emocionales, por ello tienden a ser más defensivos, desconfiados, agresivos, con baja autoestima, desafiantes, berrinchudos y peleoneros, con tendencia a aislarse socialmente, desafiantes ante la autoridad; tienen problemas escolares, enfermedades serias, accidentes, hiperactividad, eneuresis; asimismo sufren el síndrome del feto alcohólico, abuso físico y verbal, dificultad como contener o regular sus estados de ánimo, insuficiencia mental, neurosis, ansiedad y depresión. Cuando los hijos se convierten en adultos, ya han sufrido cualquier cantidad de consecuencias de convivir con un padre alcohólico, esto les ha impedido desarrollarse en adultos sociables.
Dentro de la familia alcohólica el foco de atención está centrado en el alcohol y la manera de beber. La negación de que existe un problema empieza a operar para mantener la creencia de que el alcohólico está controlándolo, pero sutilmente la vida del individuo queda gradualmente dominada por el alcohol. El alcohol empieza a convertirse en el centro organizador principal en la vida. En este punto, el individuo deja de escoger el momento de beber libremente y empieza a necesitarlo. Cada miembro de la familia desarrolla el mismo trastorno en el pensamiento y conducta del alcohólico: están controlados por la realidad del alcoholismo y al mismo tiempo deben negar esa realidad. La negación es el meollo defensivo que mantiene el secreto y asegura que el alcohol es el centro ignorado, que organiza a la familia. El impacto de la negación que los hijos adultos de padres alcohólicos reportan es tener dificultades en confiar en su propia visión de la realidad. Su propia percepción se ve afectada por la realidad presentada por sus padres. En el medio familiar el alcohólico es el número uno de la familia, cambia las reglas y la forma en que cada uno debe ajustarse y responder. Los sentimientos de los hijos y necesidades son secundarias y generalmente reguladas por las del borracho. La parte central del alcoholismo y su negación se mantiene por un sentimiento de estar en control y el pensamiento del alcohólico enfatiza en:- No soy alcohólico, - Yo puedo controlar el alcohol, - Aunque borracho, siempre he sido cumplidor. - Aunque chupo diario, no se me hace vicio.

Los hijos asumen las responsabilidades de la familia aprendiendo cómo acoplarse a cambios repentinos, no pueden sentirse seguros y libres para poner atención a su propio desarrollo cuando las reglas y los roles en la familia constantemente están cambiando. Cuando son adultos como consecuencia no pueden, o les es muy difícil aprender a predecir sus relaciones interpersonales sobre su conducta por el cambio de reglas y lógica, sufren un constante sentimiento de miedo, incertidumbre y desconfianza, y existe una inconsistencia en la falta de roles claros en los padres. El patrón de conducta del bebedor -estable o errático- afecta tanto al rol que cada padre tiene asignado como su estabilidad. El padre no alcohólico, regularmente asume el rol de padre y madre. El alcohólico se convierte en otro niño al que hay que cuidar, limpiar y no se le consulta en las decisiones de la familia. Esta inconsistencia crea en los hijos confusión y en la etapa adulta, dificultades de identificación por la falta de modelamiento apropiado. Hay ocasiones en que el hijo sustituye al padre alcohólico y asume las responsabilidades de la casa: por ejemplo, cuida a los hermanos más chicos y al padre incapacitado. Generalmente los hijos adultos de padres alcohólicos comparten la idea de que no tuvieron infancia, la mayoría de los hijos adultos recuerdan intensos sentimientos de humillación y vergüenza, muy probablemente fueron penosa y públicamente ridiculizados o apenados por el padre intoxicado. Los hijos adultos de padres alcohólicos mantienen una expectativa negativa y rígida del mundo, siempre esperando lo peor. La vida los ha tratado mal, aún en las expectativas negativas, así que para que esperar algo bueno.
En relación con el alcohol, la codependencia describe al adulto que ha sido subyugado por el alcohol como parte central de la organización de la familia y/o el dominio del acohólico. La codependencia puede ser muy destructiva ya que describe la pérdida de ser autónomo, los hijos adultos de padres alcohólicos generalmente acaban por copiar su relación con el padre alcohólico, escogiendo, ya sea a un codependiente o a un compañero o compañera alcohólica.

En conclusión los hijos adultos de padres alcohólicos tienden a construir una cadena de corazas que les permite percibir claramente la realidad y les facilita reproducir la situación anómala en que crecieron.

Fuente: Revista Liberadictus No. 73, Agosto 2003.


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