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Última actualización [13/05/2007]



¿Se debe usar el alcohol como medicina?.


¿Se debe usar el alcohol como medicina?.


El New England Journal of Medicine sugirió en un editorial que existe la necesidad de un estudio específicamente diseñado para evaluar la eficacia del alcohol en la reducción del riesgo de padecer un ataque cardiaco entre pacientes que padecen de una enfermedad cardiovascular. Esta sugerencia será muy controvertida, en particular por los médicos que afirman que incluso la insinuación más cauta acerca de los beneficios del consumo moderado de alcohol podrían fomentar que la gente beba cantidades peligrosas. Otros piensan que a pesar de los daños asociados al abuso de alcohol no se deberían rechazar los posibles beneficios del químico.

En el editorial se dice que los datos epidemiológicos, como los que se obtuvieron de un estudio de los profesionales de la salud de Estados Unidos, se complementan con hallazgos en los que realmente se obtuvieron efectos benéficos. Entre éstos se incluye el aumento en el colesterol liproteínico de alta densidad ("colesterol bueno") que se encuentra en el torrente sanguíneo de los bebedores moderados y que cambia la capacidad de la sangre para deshacer coágulos. ¿Será prudente basándose en esos dos tipos de pruebas organizar un diferendo formal para evaluar la eficacia del alcohol, de la misma forma en que se hace en casos clínicos? Un grupo de gente se dividiría en dos: uno de los que reciben alcohol y otro que no lo hace. En los años siguientes se evaluaría y compararía la ocurrencia de enfermedades cardiovasculares en ambos subgrupos. Así, los médicos estarían en una posición más sólida para recomendar a sus pacientes que consuman alcohol, si los beneficios se confirman mediante pruebas clínicas rigurosas. Acerca del problema, el New england Journal of Medicine afirma que serían pocos los médicos que utilizarían una terapia que podría reducir la tasa de ataques cardiacos de 25 a 50% ya que " resultaría en miles de adicionales muertes anuales debidas a cáncer, accidentes de tránsito y enfermedades del hígado". Las pruebas clínicas en individuos sanos, dice, no son viables.

En el caso de los individuos que tienen enfermedades coronarias, el periódico opina diferente. Argumenta que " puede ser tiempo de asignar aleatoriamente a los pacientes que ya tienen una enfermedad cardiovascular, y que reciben terapias adecuadas, a un estudio de tratamiento mediante bebidas alcohólicas. En estos pacientes los efectos colaterales del alcohol pueden resultar aceptables. Entonces obtendríamos datos que demostrarían si el alcohol es o no seguro y efectivo cuando se administra con medicamentos probados. Hasta ese momento no se podría aconsejar a los pacientes que tienen enfermedades cardiovasculares que usaran bebidas alcohólicas como terapia médica.


Fuente: "To drink or not to drink?", New England Journal of Medicine (2003), 348, 163-4, Goldberg, I.J., División de medicina preventiva y nutrición, Columbia University, Instituto de médicos y cirujanos, Nueva York, Estados Unidos.