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Última actualización [22/10/2006]



El modelo de terapia profesional externo



Para la rehabilitación del paciente adicto.


Dr. José Antonio Elizondo López

MEXICO
Ha demostrado su utilidad para la prevención tanto para la recaída como para el Síndrome de borrachera seca. También ha sido efectivo para muchos pacientes que por razones de tiempo o de dinero no han podido internarse.

Existen muchos modelos para el tratamiento de los pacientes adictos.

El más extendido y conocido es el de los grupos de auto-ayuda, como Alcohólicos Anónimos o Narcóticos anónimos.

También existen lugares de internamiento como los centros de rehabilitación de adictos que manejan el modelo Minessota. Estos modelos, han probado su eficacia, aunque lamentablemente, por su costo, están fuera de las posibilidades de un sector mayoritario de la población.

Los llamados “anexos”, “las granjas” y otros centros de recuperación manejados por no profesionales, también constituyen un recurso muy solicitado para la reclusión de adictos que están en una etapa muy crítica de su enfermedad adictiva. Lamentablemente, muchos de estos pacientes, o son internados contra su voluntad o reciben malos tratos durante su estancia, como parte de la “terapia dura” característica de este tipo de sitios. Por esta razón, el porcentaje de recaídos que hay en estos lugares, suele ser mucho mayor que los que se internan en centros de tratamiento profesional o acuden a grupos de auto-ayuda.

Desde hace muchos años, el CAIPA (Centro de atención integral en problemas de Adicción) ha ofrecido a sus pacientes adictos, un modelo de tratamiento profesional externo, consistente en la combinación de psicoterapia individual, psicoterapia de grupo y, en caso de requerirlo, farmacoterapia supervisada, sometiendo al paciente a un seguimiento terapéutico dirigido y vigilado por profesionales (Psiquiatra y psicóloga especializados en adictología) y evaluaciones periódicas para detectar si el paciente está alcanzando las metas que se fijaron al inicio del tratamiento. Consideramos que este modelo ha resultado beneficioso y útil, pues siendo su costo significativamente más bajo que el de un Centro para rehabilitación de adictos, los resultados obtenidos no son muy diferentes a los de dichos centros.

¿NECESITA FORZOSAMENTE INTERNARSE UN ADICTO PARA INICIAR SU TRATAMIENTO?

Hace algunos años, en la Fundación Hazelden, creadora del famoso modelo Minessota, se hizo un estudio para investigar cual era el factor mas importante que pudiera garantizar un éxito en el tratamiento del paciente.
Dicho estudio concluyó que los pacientes que habían desarrollado la necesidad imperiosa de dejar el alcohol o las drogas eran los que lograban los mejores niveles de recuperación.

La aseveración anterior se basó en el hecho de que los investigadores analizaron a dos grupos: Los que se habían internado y los que estaban en lista de espera para internarse aguardando que se desocupara un cuarto para poder integrarse al tratamiento. La sorpresa de los investigadores fue que, con el solo hecho de estar esperando turno para poder internarse en Hazelden, los pacientes dejaban de beber sin recibir ningún tipo de terapia.

Muchos de ellos, al ver que lograban su abstinencia sin tener que internarse, optaban por continuar en tratamiento externo y en grupos de auto-ayuda, retirando su solicitud de internamiento.

Los investigadores del estudio, dieron seguimiento a estos pacientes durante un año, así como a los que se habían internado durante seis semanas. La observación final fue que no hubo diferencias estadísticamente significativas ni en cuanto a los niveles de recuperación, el tiempo de abstinencia o el número de recaídos en ambos grupos.

Lo anterior demuestra que el factor fundamental para un éxito en el tratamiento es que el paciente desarrolle la necesidad de dejar el alcohol o las drogas, que esté convencido de que tiene un serio problema de salud, que esté preocupado por las consecuencias que dicho problema pudiera acarrear y que voluntariamente solicite y acepte un tratamiento.

Cuando un adicto cumple con las anteriores características, seguramente logrará un éxito en su tratamiento, independientemente que se internen, que acudan a un grupo de auto-ayuda o que asistan a un modelo de tratamiento profesional externo.

Lo anterior no quiere decir que el recurso del internamiento sea innecesario. En ciertos casos es inevitable internar a un paciente por las consecuencias médicas, psiquiátricas o familiares que las complicaciones de su adicción provoquen.

¿EN QUE CASOS ES NECESARIO INTERNAR A UN ADICTO?

Los casos en que necesariamente hay que internar a un adicto son las siguientes:
1.        
    Cuando presente una complicación psiquiátrica como una psicosis alcohólica, delirium tremens, psicosis tóxica por drogas o depresión severa con riesgo suicida alto. (Hospital psiquiátrico).
2.        
    Cuando tenga una complicación médica grave como sangrado digestivo (por gastritis o várices esofágicas), sangrado nasal incontenible por perforación del tabique, insuficiencia hepática por cirrosis, desequilibrio metabólico por uso de estimulantes o cardiopatía severa por consumo de cocaína (Hospital General).
3.        
    Cuando, a pesar de tener el deseo de dejar el alcohol o las drogas, no pueda hacerlo por la presencia de un “craving” intenso (deseo obsesivo de consumir su droga favorita), por presentar recaídas continuas a pesar de estar en un grupo de auto-ayuda o en un tratamiento profesional externo o simplemente por el deseo de hacer bien las cosas e iniciar un tratamiento profesional en forma intensiva alejándose temporalmente de un ambiente estresante y facilitador del consumo de alcohol o drogas. (Centro de rehabilitación para adictos).

¿EN QUE CONSISTE EL MODELO PROFESIONAL EXTERNO?

Muchos pacientes preocupados por su adicción acuden con el profesional (Médico, Psicólogo o Psiquiatra) solicitando ayuda para su problema. Muchos de ellos (la mayoría) no pueden internarse en un Centro privado para rehabilitación de adictos por razones de dinero o de tiempo. Consideramos que el modelo profesional externo, es una buena alternativa para estos casos, pues la mayoría son pacientes que han concientizado su problema y tienen auténticos deseos de dejar su adicción.

Al paciente se le somete a una evaluación inicial consistente en una entrevista personal, historia clínica completa, chequeo médico integral y exploración psiquiátrica. Si integra un diagnóstico adictológico, un diagnóstico psiquiátrico y un diagnóstico médico. Se entrevista a los familiares que conviven con él y también se elabora un diagnóstico familiar.

Una vez concluida la fase de diagnóstico, si el paciente es un buen candidato para el modelo profesional externo se le incluye en el grupo. Al familiar mas directamente involucrado con el paciente (Padres, hijos, hermanos, esposa, pareja, etc.) también se le incluye en el grupo de codependientes.

Este modelo de tratamiento corresponde a los llamados de “intervención breve”, es decir, tratamos de motivar al paciente para su recuperación con un total de 16 sesiones de psicoterapia de grupo dirigida, de hora y media de duración (una vez por semana) durante un lapso de cuatro meses. Están dirigidas, estimuladas y supervisadas por una psicóloga profesional con especialidad en adicciones y técnicas vivenciales de tipo gestalt. Dichas sesiones grupales se intercalan con una consulta individual con el psiquiatra, donde se procesará el material generado en la terapia de grupo con técnicas cognitivo-conductuales y, en caso necesario, apoyo con fármacos.

Los objetivos fundamentales del modelo, son el mantenimiento de la abstinencia de sustancias adictivas, el crecimiento emocional, determinar las áreas que necesitan cambio, reformular un proyecto de vida, prevenir la recaída y prevenir el Síndrome de borrachera seca. En caso de ser pacientes duales (No olvidar que mas del 50% de los adictos coexiste otro trastorno psiquiátrico) el objetivo será el tratamiento simultáneo del trastorno psiquiátrico comórbido (los trastornos por angustia, la depresión, el trastorno bipolar y el síndrome de déficit de atención del adulto son los mas frecuentes).

Una vez concluidas las 32 sesiones (16 grupales y 16 individuales) se practicará una evaluación al paciente para detectar si se han alcanzado los objetivos previstos. Si se ha logrado esto, al paciente se le recomendará un grupo de auto-ayuda y continuará asistiendo mensualmente a una consulta individual. En caso de no haber alcanzado los objetivos pre-vistos se le sugerirá al paciente otro módulo de 16 sesiones.

Este módulo terapéutico externo, con duración de cuatro meses y 24 horas de terapia grupal mas 16 consultas individuales y eventual apoyo farmacológico, con la aceptación voluntaria del enfermo y la cooperación de la familia, posee el mismo valor motivacional que el de un internamiento de cuatro a seis semanas en un centro para rehabilitación de adictos.

El modelo de tratamiento para los familiares es exactamente igual que para el de los adictos: 16 sesiones de terapia grupal, mas una sesión individual por semana durante cuatro meses y evaluación final a la terminación del tratamiento.

FUENTE: Centro de Atención Integral en Problemas de Adicción CAIPA