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Última actualización [11/12/2005]



El consumo de alcohol



Esta información forma parte del artículo: Aspectos culturales del consumo de sustancias adictivas.

Dr. Luis Berruecos Villalobos

MEXICO
El alcoholismo y el consumo inmoderado de bebidas alcohólicas (uso y abuso) que tienen graves consecuencias, no sólo para el individuo sino también para su familia y la sociedad en general, es considerado como uno de esos problemas multifacéticos que atañen a toda la comunidad y que deben tenerse en consideración no únicamente en su relación con la salud individual, sino dentro del campo de los especialistas en las ciencias de la salud mental y de las ciencias sociales. Si en los países desarrollados el alcoholismo constituye, sin duda alguna, uno de los graves problemas sociales, es todavía mayor en los países en desarrollo, como el nuestro, donde el desempleo, la carestía de la vida y la desnutrición, además de otros problemas, se conjugan, dando por resultado efectos desastrosos.

El daño que el alcohólico se causa a sí mismo y a los demás es enorme; si se considera sólo el costo personal, se verá que el precio es exorbitante, pero en el ámbito interpersonal, los efectos del alcoholismo son incalculables: desintegración y empobrecimiento familiar, divorcios, alta coincidencia del alcoholismo con hechos criminales, accidentes de tránsito, ausentismo laboral, etcétera. En nuestro país, desde hace años, ya se reconocía en el antiguo Código Sanitario, hoy Ley General de Salud, que tanto el alcoholismo como la dependencia a otras drogas se consideran verdaderas enfermedades y, en cuanto a la labor preventiva así como las acciones encaminadas, al tratamiento y la rehabilitación, son tareas que conciernen a la Secretaría de Salud, en quien recaen las acciones correspondientes, mismas que no se cumplen, menos aún en el ámbito rural (véase Berruecos, 2001). También son de preocupar las recientes estadísticas y la nula acción al respecto, que nos señala un aumento en el consumo de alcohol por parte de las mujeres (véase Berruecos, 2003).

Las definiciones
Sin temor a equivocarnos, existen tantas definiciones del alcoholismo como especialistas interesados en el problema. Sin embargo, la definición de la OMS así como la del doctor Keller son las que más se aproximan a los comunes denominadores. La OMS, por su parte, afirma que los alcohólicos son bebedores excesivos cuya dependencia al alcohol es suficiente para afectar su salud física o mental, así como sus relaciones con los demás y su comportamiento social y económico, o bien que ya presentan síntomas de tales manifestaciones (OMS, 1952). Por su parte, el doctor Keller (1976:1695) dice que el alcoholismo es un "desorden de la conducta, que se manifiesta por medio de la ingestión repetida de grandes cantidades de bebidas alcohólicas que permiten un comportamiento anormal o desviado y causan daño al funcionamiento social, económico o de la salud del que las ingiere". El doctor Velasco Fernández (1981:30) afirma que hay grandes variaciones individuales de respuestas al alcohol y que, por tanto, ciertos sujetos reaccionan incluso ante ingestiones moderadas, de una manera tal que un observador no experto podría clasificarlos como alcohólicos. En realidad, continúa el doctor Velasco, pueden serlo si reúnen la característica de intoxicación, es decir, una respuesta anormal que presenta desorganización de la conducta, cambios espectaculares de humor, agresividad explosiva y amnesia variable. En otro trabajo, el doctor Velasco (1980:47) clasifica las diversas definiciones del alcoholismo como: a) aquéllas que se refieren al alcohol mismo; b) las que enfatizan los factores sociales y c) las variadas que hacen de la patología subyacente, el criterio fundamental.

De las que ponen el acento en los aspectos sociológicos, la OMS (1951) dice que el alcoholismo es toda forma de ingestión de alcohol que excede el consumo alimentario tradicional y los hábitos sociales propios de la comunidad considerada, cualesquiera que sean los factores etiológicos responsables o el origen de esos factores, como la herencia, la constitución física o las influencias psicopatológicas y metabólicas adquiridas.
Continuará la próxima semana.................

FUENTE: Revista “Liberaddictus”, Número 88, Noviembre-Diciembre, 2005.