"Relacionar ambos temas es complejo, pero hay bastantes paralelismos porque un artista pertenece a una escuela, tiene un estilo y marca una época al igual que algunas botellas de vino famosas", comenta Ervigio Adán, director de exportación de la bodega.

Esta etiqueta tiene una Denominación de Origen que es como la escuela a la que pertenece el intérprete, y la filosofía que se aplica al elaborarlo es la misma que el artista marca al crear su obra, continúa, de ahí el interés de unir música y bebida.

"Es una botella que presenta no sólo las características de un Rioja, sino que aporta un bagaje emocional y metafórico que establece y fortalece lazos entre dos países que por idioma y cultura ya están muy cercanos", añade Adán.

Para Alejandro Vargas, director general de Club de Banqueros e hijo del artista al que está dirigida la botella, el anuncio de que la bodega española quería realizar este homenaje fue casi una sorpresa.

"Es un honor que hayan pensado en mi padre para ser el primer artista mexicano que está reconocido por La Rioja. Soy un apasionado del vino y cada vez que abra una botella será como celebrar el talento de mi padre", asegura en exclusiva Alejandro Vargas.

Esta botella pertenece a la colección Lealtanza Artistas Españoles en la que pintores, escultores y cantantes ibéricos son homenajeados con ediciones especiales.

La etiqueta Lealtanza tiene un diseño que refleja la imagen de perfil de Pedro Vargas ataviado con un sombrero de charro y el nombre de la botella fue en honor del apodo con el que se conoció al cantante durante los años 70: "El Rey".

Además, cuenta con una reproducción de una frase célebre de Vargas: "muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido", que acompañada de tres reverencias, era la forma en que terminaba sus conciertos masivos.

Al ser de producción limitada, la bebida podrá encontrarse sobre pedido en el portal electrónico de la bodega y en 2010 se encontrará en algunas distribuidoras del Distrito Federal.

Otro esfuerzo por festejar a un artista se realizó este año en Estados Unidos por la bodega Sinatra Family Estates que celebró al cantante Frank Sinatra con la producción de la etiqueta Come Fly With Me, en honor a una de las melodías preferidas del intérprete.