nombrar al Secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero, como Secretario de Hacienda podría afectar la

capacidad del Gobierno de aprobar reformas, según Barclays Capital.

A Cordero, podría resultarle difícil persuadir al Congreso de que apruebe nuevas leyes, dijeron los analistas

de Barclays, Roberto Melzi y Jimena Zúñiga.

El mes pasado, Fitch Ratings bajó la calificación de México a BBB, el segundo grado de inversión más bajo,

dando por motivo la necesidad de cambios fiscales. Standard & Poor's quizá decidirá este mes si la baja.

Calderón nombró a Cordero para reemplazar a Agustín Carstens, a quien nominó Gobernador del Banco

Central.

"La nominación de Cordero quizá sea desfavorable para la aprobación de reformas, ya que la capacidad de

Carstens de lograr consensos será difícil de igualar", dijo Melzi en una nota a los clientes.

Calderón, que se encuentra a la mitad de su sexenio presidencial, busca reducir la dependencia de México

del petróleo, que representa alrededor de 40 por ciento del presupuesto, luego de que el Congreso subió los

impuestos este año menos de lo que el Presidente quería. El Partido Acción Nacional, al que Calderón

pertenece, tiene 143 de los 500 escaños en la Cámara de Diputados.

"Creemos que Cordero no es el mejor hombre para el cargo de Secretario de Hacienda; es leal al PAN y

será un negociador menos eficiente con el Congreso", dijo Nick Chamie, director de Investigación sobre

Mercados Emergentes en RBC Capital Markets.

"Los mercados preferirían que Carstens siguiera siendo Secretario de Hacienda, ya que el año próximo será

muy difícil en términos de presupuesto y política económica en general", dijo Win Thin, estratega cambiario

senior en Brown Brothers Arriman & Co. en Nueva York.

"No es un buen cambio para el peso", dijo Thin.