De acuerdo con el proyecto de dictamen, la restricción obedece a que existe una comercialización desmedida de esos productos, sin que los consumidores conozcan plenamente los efectos en su salud del consumo de estos productos.

Según los legisladores, el consumo de esos productos no sólo "disfraza" los efectos del alcohol, sino que puede generar daños a la salud de quien los consume.

"En bares y discotecas este tipo de bebidas ha encontrado un auge al combinarse con alcohol, toda vez que los efectos depresores de éste se enmascaran con los efectos estimulantes de la cafeína y la taurina.

"En este contexto, su consumo se considera adictivo, lo cual reduce la capacidad de aprendizaje en más de un 50 por ciento y disminuye la memoria en el mismo porcentaje", señala.

El proyecto de dictamen afirma que la cafeína es considerada un estimulante del sistema nervioso que incrementa la presión arterial y estimula el sistema cardiovascular; mientras que la taurina causa excitabilidad neuronal.

Al presentar un diagnóstico sobre el mercado de estos productos, los senadores sostienen que las bebidas se expenden en porciones que van desde los 250 hasta los 500 mililitros, en 50 diferentes marcas y, algunas, hasta sin permiso de importación.

Además de taurina y cafeína, se ha detectado que las bebidas contienen otras sustancias estimulantes como el inositol y la gluconorolactona.

De aprobarse la reforma, la Secretaría de Salud deberá emitir la normatividad para el envasado y etiquetado de las bebidas.