Añadió que en el 2015 el comportamiento de los conductores ha sido adecuado, pues de las 500 personas que revisan cada fin de semana, los detenidos por manejar bajo el influjo del alcohol se limita a “6 ó 7 como máximo“, los cuales, detalló, se pueden hacer acreedores a multas de hasta siete mil pesos dependiendo del grado de ebriedad, además de privación de la libertad.

“La función preventiva a través de operativos en donde realizamos verificaciones del comportamientos de los conductores, se ha traducido en una disminución en el índice de accidentes y, por ende, una disminución en la detención de personas y en la comisión de infracciones y con ello privilegiar la integridad física de los conductores”, mencionó.

Finalmente, Valdovinos Anguiano indicó que cuentan con seis alcoholímetros de los cuales tres se encuentran de forma fija en las instalaciones de Tránsito y Vialidad de Colima, y los tres restantes son usados en los operativos, además de dos médicos capacitados para aplicar los exámenes de alcoholemia.