El verdadero costo de los accidentes viales Marie Karaisl / Carlos Domínguez* - Primera parte Se ha calculado que el costo de los accidentes viales para la economía mexicana es del 1.43 por ciento del Producto Interno Bruto. Sin embargo, no importa la magnitud de esta cifra, el sufrimiento humano que es causado por los accidentes viales difícilmente puede ser expresado cuantitativamente. Para entender todas las implicaciones y posibles soluciones a este problema en México, se necesita ver detrás de los números, identificar la cara humana y analizar quién está en mayor riesgo de ser una víctima y quién tiene mayor probabilidad de ser culpable. La información disponible de la Secretaría de Salud muestra que las personas entre 15 y 44 años son las principales víctimas de los accidentes viales. De hecho, se trata de la primera causa de muerte en el caso de los jóvenes. Al pensar en estos datos con más detenimiento nos damos cuenta que estamos hablando de la fuerza de trabajo de México; en pocas palabras, los que están en edad más productiva son los que corren más riesgo. Si además consideramos que el 78 por ciento de las víctimas de accidentes viales son hombres nos damos cuenta también que muchas de las víctimas dejan atrás a un buen número de dependientes económicos que sufren tanto psicológica como financieramente las consecuencias de los accidentes viales. Más aún, las dificultades financieras seguramente son mayores para las familias de aquellas víctimas que pertenecen al 42 por ciento sin seguro médico. Todos estos datos, aunados al hecho de que 15 por ciento de las víctimas no tienen educación formal y sólo 20 por ciento terminó la primaria, revelan que un número significativo de hogares pertenecen a grupos de bajo ingreso, para quienes un accidente vial puede implicar la caída en mayores niveles de pobreza. En resumen, se puede decir que los accidentes tienen dos principales implicaciones económicas. En primer lugar, la economía mexicana pierde a un número importante de personas que están en su edad más productiva. En segundo, dada la vulnerabilidad económica de las víctimas y sus familias, un accidente vial puede tener enormes repercusiones que causan un mayor empobrecimiento en ciertos hogares. En consecuencia, el objetivo de reducir el número de accidentes y de víctimas debe ser una prioridad en materia de política pública. Pero, ¿quiénes son los culpables de poner en riesgo sus vidas y las de otros? De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud sobre accidentes viales en áreas urbanas de México, 85 por ciento de los conductores involucrados en accidentes pertenecen al sexo masculino y 40 por ciento son causados por conductores jóvenes entre 15 y 30 años de edad. Aunque el alcohol no es causante de un gran número de accidentes, lo cierto es que sí provoca el 60 por ciento de los choques fatales. Si además consideramos que un porcentaje significativo ocurre durante los fines de semana (viernes, sábado y domingo), y que una tercera parte de los accidentes viales fatales en áreas urbanas suceden en la madrugada, esto nos indica que hay un buen número de accidentes que representan un final trágico después de una noche de diversión. Gracias a estos esfuerzos de recolección de datos, podemos concluir con cierta certeza que el 90 por ciento de los accidentes viales son evitables. En otras palabras, la gran mayoría de los accidentes no se deben a la mala suerte o el destino. Al contrario, la causa es que una gran cantidad de conductores manejan imprudentemente, exceden los límites de velocidad, rebasan inadecuadamente y beben en exceso, sólo por nombrar algunas de las causas subyacentes. Ciertamente, hay un número de factores que contribuyen a este comportamiento irresponsable. La psicología de la gente joven, en conjunto con la presión de amigos bajo la influencia del alcohol, la búsqueda de experiencias riesgosas, el uso de teléfonos celulares y otros factores similares son parte de la explicación del porqué los jóvenes están expuestos a mayores riesgos. * Investigadores asociados de la Cátedra de Investigación Daimler en Cultura y Educación Vial, del Centro IDEARSE de la Universidad Anáhuac. idearseanabuac.mx