Proyecto OMS sobre urbanización y factores de riesgo para el uso de sustancias y problemas relacionados en adolescentes
(Informe no publicado preparado para la Organización Mundial de la Salud por Patrick Tolan, Ph.D., Michael Schoeny, Ph.D. y John Slavick, M.A. Institute for Juvenile Research, University of Illinois, Chicago).
El informe en cuestión es el resultado de un levantamiento de datos realizado en 9 países: Sudáfrica, Tailandia, República Checa, Brasil, México, Irán, la India, Nigeria e Indonesia. México participó en este levantamiento, después de asistir a la reunión en que se planeó y desarrolló originalmente el proyecto, en Kobe, Japón.
El propósito de este estudio comparativo fue el de evaluar los factores asociados con el uso de drogas y otras conductas antisociales en adolescentes que viven en diferentes comunidades de áreas urbanas seleccionadas alrededor del mundo. Se midieron la variación y similitud de los factores de riesgo, así como varios indicadores de problemas en la adolescencia tales como el uso de drogas, el involucrarse en conductas violentas y la victimización, y también las relaciones entre los factores de riesgo y estos últimos indicadores. Además, se exploraron las condiciones comunitarias que podrían contribuir al uso de drogas. Participaron los 9 países mencionados, y en 7 de ellos, los vecindarios urbanos se clasificaron según el nivel socioeconómico: alto, medio y bajo. Se construyó un instrumento cerrado para su aplicación en estos países, que se desarrolló con base en la revisión realizada por los investigadores participantes. La aplicación del instrumento se hace mediante un estudio piloto que permite evaluar su factibilidad y utilidad. Los participantes de cada país incluyeron al menos a 90 niños de 11 a 17 años, pertenecientes a tres tipos de comunidades o vecindarios.
Posteriormente al levantamiento, se organizaron los datos para realizar su análisis entre las naciones. El informe provee los resultados y la interpretación básica de estos análisis iniciales. Los resultados se enfocan en los datos descriptivos por país, de las variables independientes, las dependientes y las covariables. En cuanto a las dependientes, se presentan a continuación los resultados descriptivos también por país.
La construcción de mediciones se detalla en el informe, y vale la pena destacar que éstas se organizaron en tres grandes categorías: variables independientes covariables y variables dependientes, tal y como se observa en el cuadro 1.
Resultados principales
Existen diferencias significativas entre los países en todas las variables, situación difícil de interpretar debido a las diferencias en muestreo y procedimiento, pero que sugieren la necesidad de tener cautela en la interpretación de los resultados obtenidos. Debido a estas diferencias, en los análisis estadísticos se usó una regresión lineal multinivel. Entre otros aspectos se destacó que, aún controlando las cuatro covariables, sexo, edad, situación familiar y nivel socioeconómico, prevalecieron importantes diferencias entre los países en las variables independientes y dependientes. En los siguientes cuadros se observa la distribución de estas últimas.
Los jóvenes mexicanos documentaron un uso pro-social del tiempo libre superior a los de la India, Indonesia y Nigeria, pero inferior a los de Brasil, República Checa, Irán, Sudáfrica y Tailandia. En cuanto al hecho de haber experimentado violencia, Irán destacó por el número de victimizaciones documentadas, mientras que México mostró un promedio similar a los otros países: asimismo, los jóvenes mexicanos indicaron una perpetración de violencia menor que la de los de la India, Brasil e Irán, pero superior a la de los de Nigeria, Tailandia, Sudáfrica e Indonesia. En cuanto al uso de sustancias, los jóvenes mexicanos presentaron mayor consumo de alcohol que los de los otros países, excepto los checos, quienes mostraron un consumo notoriamente más elevado. En el caso de la marihuana, los jóvenes de la República Checa y los de Brasil, indicaron mayor uso que los de otros países; los mexicanos usaron esta droga en forma similar a los indios y a los sudafricanos. En cuanto a los inhalables los jóvenes brasileños presentaron un uso muy superior al de los otros países. En cuanto al acceso fácil a las drogas, incluyendo el tabaco, México se encontró entre los países con un acceso intermedio, siendo Brasil y la República Checa donde se documenta mayor accesibilidad.
Vale la pena señalar que no se encontraron variaciones significativas entre los países en cuanto a los efectos del tipo de vecindario, en ninguna de las variables dependientes. En general, la distinción entre comunidad de bajos ingresos vs. medios/altos no tuvo poder explicativo en esta base de datos. Las relaciones socioeconómicas parecen ser un aspecto del estatus socioeconómico de la familia específica. Por tanto, la variable tipo de comunidad/vecindario se excluyó de los análisis subsecuentes.
La relación entre variables independientes y covariables con las variables dependientes, se muestra en el cuadro 2.
Es notorio que las covariables y las variables independientes se asociaron consistentemente con las dependientes. Los problemas comunitarios, la desviación de amigos y la edad, se asociaron con un riesgo mayor de problemas relacionados con la violencia y el uso de sustancias. El involucramiento familiar aparece como un factor protector, al igual que el monitoreo parental y la conducta positiva en la escuela. La ayuda comunitaria y el apoyo familiar no fueron predictores significativos para ninguna variable dependiente. En síntesis, los análisis muestran cuatro tendencias fundamentales.
Una considerable variación entre los países en las variables independientes y covariables, lo cual no es sorpresivo.
La evidencia de que muchas variables independientes y dependientes se relacionan con el estatus socioeconómico individual y con las características comunitarias que documentaron los individuos.
Contrariamente a lo esperado, el tipo de comunidad no afectó a las variables dependientes. Habrá que tener cautela respecto a este resultado, el cual hace pensar que habría que centrarse más en las experiencias individuales de estas comunidades/vecindarios y en el estatus socioeconómico individual, que en el tipo de vecindario en forma global.
Diferentes factores de riesgo se relacionaron con diferentes problemas, siendo los problemas comunitarios y las relaciones familiares las variables relacionadas más consistentemente con las diversas variables dependientes.
La interpretación de estos datos debe ser cautelosa por las limitaciones metodológicas; sin embargo, estos hallazgos generales sugieren patrones de riesgo que debieran ser considerados para un estudio más profundo en los diferentes países.
(Luciana Ramos-Lira)
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