MEXICO

El consumo compulsivo de alcohol suele considerarse un problema entre los jóvenes, pero muchos adultos también padecerían el trastorno, sugirió una investigación.

Con datos de un sondeo del Gobierno de Estados Unidos sobre casi 11.000 personas de 50 años o más, los expertos hallaron que el 23 por ciento de los hombres de 50 a 64 años admitía haber bebido compulsivamente en el último mes, al igual que el 9 por ciento de las mujeres.

Entre los adultos mayores de 65 años, más del 14 por ciento de los varones y el 3 por ciento de las mujeres informaban ingesta compulsiva de bebidas alcohólicas, definida como beber cinco o más copas en una ocasión, al menos un día en el mes previo.

El consumo compulsivo de alcohol suelen considerarse un problema de los jóvenes. Un estudio del Gobierno estadounidense halló que entre los estudiantes universitarios de 18 a 24 años, el 45 por ciento había ingerido recientemente alcohol de manera compulsiva.

Pero los nuevos resultados, publicados en American Journal of Psychiatry, muestran que los adultos mayores también pueden ser susceptibles.

"Sentimos que nuestros hallazgos son importantes para la salud pública de las personas de mediana edad y mayores, dado que apunta a un problema poco reconocido", indicó en un comunicado el doctor Dan G. Blazer, del Centro Médico de la Duke University, en Carolina del Norte.

Blazer y su colega Li-Tzy Wu basaron sus resultados en un sondeo nacional de salud realizado entre el 2005 y el 2006.

Entre las personas de 50 a 64 años, el 19 por ciento de los hombres y el 13 por ciento de las mujeres eran bebedores en riesgo. Las estadísticas entre los hombres y mujeres mayores de esa edad eran del 13 y el 8 por ciento, respectivamente.

Consumir alcohol compulsivamente implica una serie de riesgos, incluidas lesiones accidentales, conducta violenta, daño neurológico y aumento de la presión arterial.

Estos peligros, señalaron Blazer y Wu, "claramente implican" consecuencias más serias en la vida cuando las personas tienen condiciones de salud crónicas que pueden agravarse con la ingesta alcohólica.