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Última actualización [10/11/2008]



La cantidad y la frecuencia de consumo de alcohol, dos parámetros con distinta influencia


ESPAÑA

En conjunto, estos resultados refuerzan la importancia de beber con moderación. En los bebedores no dependientes del alcohol, la cantidad y la frecuencia pueden considerarse como factores de riesgo modificables en relación con la mortalidad, según las conclusiones de los investigadores.

 

"Estos resultados subrayan la importancia de investigar los hábitos de bebida cuando se analicen cuestiones de salud relacionadas con el consumo de alcohol", explica Ting-Kai Li, Director del Instituto Nacional sobre Consumo Excesivo de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA), que forma parte de los NIH.

 

Rosalind A. Breslow, epidemióloga de la División de Investigación sobre Epidemiología y Prevención del NIAAA, y Barry I. Graubard, estadístico de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer en el Instituto Oncológico Nacional, examinaron los datos de una encuesta nacional de salud realizada en 1988. Casi la mitad de las cerca de 44.000 personas que participaron en la encuesta se identificaron como bebedores actuales que habían tomado al menos 12 copas de alcohol durante el año anterior. A finales de 2002, más de 2.500 de estas personas habían muerto. Breslow y Graubard compararon sus causas de muerte con los patrones de consumo de alcohol que los sujetos habían expuesto en la encuesta.

 

Los investigadores descubrieron que, en los hombres, la frecuencia y la cantidad del alcohol habían tenido efectos opuestos sobre la mortalidad cardiovascular. Cuanto mayor era la cantidad de alcohol que los hombres consumían los días en que bebían, mayor era el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, los hombres que habían tomado cinco o más copas de alcohol en los días en que bebían, tenían un 30 por ciento más de riesgo de mortalidad cardiovascular que quienes tomaban sólo una copa en los días en que bebían. La cantidad de alcohol también se asoció, entre los hombres, con un incremento de la mortalidad por cáncer.

 

Por otra parte, la mayor frecuencia en el consumo de alcohol fue asociada a una disminución en el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en los hombres. Entre aquellos que declararon beber de 120 a 365 días al año, había cerca de un 20 por ciento menos de mortalidad cardiovascular que en los hombres que declararon beber sólo de 1 a 36 días al año. El actual estudio no fue diseñado para determinar por qué la frecuencia al beber podría tener un efecto protector. Entre las mujeres, la frecuencia de beber se asoció con un aumento significativo en el riesgo de cáncer, mientras que el aumento en la cantidad se asoció con un riesgo de mortalidad por diversas causas.

 

Estudios anteriores han vinculado beber moderadamente con una reducción del riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, mientras que beber en exceso se ha vinculado con un aumento de la mortalidad. Tales estudios han medido normalmente la ingesta promedio de alcohol de los individuos. Un inconveniente de este enfoque, tal como señala la Dra. Breslow, es que el promedio oculta potenciales diferencias entre los individuos que beben pocas veces pero consumiendo una gran cantidad de alcohol, y aquellos que beben en muchas ocasiones pero siempre en cantidades pequeñas. En otras palabras, el promedio de ingesta no hace distinción entre el individuo que se toma 7 copas, todas en un solo día de la semana, y aquel que se toma 1 copa cada día de la semana.

 

FUENTE:
Sólo Ciencia/Medicina

http://www.solociencia.com/medicina/08050106.htm