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Última actualización [21/01/2008]



Alcoholizarse se ha convertido en un hobby


ARGENTINA

Un experto en adicciones advierte que los jóvenes beben para embriagarse y que más del 60 % se intoxica cada fin de semana. Gustavo Marangoni dijo que en tres de cada cinco accidentes aparece el alcohol. Si una bebida no les gusta la toman lo mismo.

 

Cuando salen, cada fin de semana, no puede faltar la botella. A ellos no les importa qué están tomando, o si les parece agradable o no. Sólo buscan los efectos: emborracharse para divertirse.

"Está bueno ir probando cosas nuevas. Me pasó tomar algo horrible, pero lo mismo terminé el vaso. Yo prefiero las mezclas porque hacen efecto más rápido", confesó Marcelo, de 16 años. Sus compañeros, Valentín y Nicolás, reconocen que es imposible pasarla bien en una fiesta si no toman para "alegrarse". "Casi todos tomamos cerveza. Después de unos vasos, ya nos gustan otras cosas, como vodka, whisky, piña colada o ron", detallaron.

 

Los adolescentes reconocieron que el que no se emborracha es un aburrido, y agregaron que en este aspecto no hay diferencias entre mujeres y varones. Los chicos, que en 2008 cursarán el último año de la secundaria de un colegio céntrico, relataron que debido a que los boliches cierran a las 4, prefieren divertirse en fiestas privadas, donde además pueden beber más alcohol.

"¿Alguna vez tomaron hasta sentirse muy mal?", se les preguntó. "Sí, a veces no te das cuenta y te ponés de la cabeza. Te duele todo. Pero nunca terminamos en un hospital. Algún amigo te cubre hasta que se te pase la ‘macha'; esto puede durar un día entero. Pero no podés volver a tu casa así", especificó Marcelo. A los adolescentes les impresionó la muerte de un joven porteño que había tomado más de un litro de whiscola, ocurrida la semana pasada, en un boliche. No obstante, no creen que haya fallecido sólo por eso.

 

Fenómeno cultural

Diálogos como estos escucha a diario el doctor Gustavo José Marangoni, especialista en alcoholismo y adicciones. "El fenómeno cultural incorporado entre los jóvenes es beber buscando el efecto. Alcoholizarse se ha convertido en un hobby. En todos los tiempos, la bebida ha establecido un encuentro entre grupos o personal; si había efectos, casi siempre eran inconscientes. Pero la nueva modalidad adolescente es tomar con la intención de intoxicarse", detalló.

 

El experto explicó que el objetivo de los jóvenes con el consumo de alcohol es conseguir un estado de euforia, bienestar, exitación y autosuficiencia. "El problema es que cuando uno bebe, la asimilación es lenta. Pero los chicos buscan resultados rápidos, por lo que pueden pasar al otro extremo: empezar a sentir sueño, estupor y hasta sufrir un paro respiratorio. Al buscar sólo el efecto, están poniendo en riesgo sus vidas", dijo.

 

Según las estimaciones del especialista, director de la Fundación CAI (Centro de Atención Interdisciplinaria), entre un 60 % y un 70 % de los jóvenes se alcoholiza cada fin de semana. "Hay muchos casos de pre comas alcohólicos, que no se conocen porque no llegan a los hospitales. Los chicos terminan muy mal, pero se cubren entre amigos y los padres ni se enteran", consideró. "Los controles son necesarios, pero el grado de efectividad que alcanzan es relativo porque es imposible controlar en todos los locales donde se vende alcohol. Es más importante la prevención, desde los nueve años, que es la edad de inicio ", destacó el docente de la Unsta.

 

También dijo que es necesario concientizar a los padres. "Todo el mundo está preocupado por esta moda peligrosa. Pero no hay padre que asuma que su hijo bebe y se intoxica. Siempre le pasa al otro, aunque las estadísticas no hablan de eso", recalcó. Y sostuvo que en este fenómeno tiene mucho que ver la sociedad.

 

"Hay un descreimiento del mundo adulto. Los jóvenes cuestionan a los grandes; dicen que no hay coherencia entre lo que dicen y lo que hacen. A nadie le importa ‘el otro'. Los mismos padres tienen una actitud depositaria de sus hijos y les echan la culpa a los demás de lo que les pasa", recalcó, e hizo una dura comparación: "los adultos se pasan por mensaje de texto el dato de dónde están los controles de alcoholemia para evadirlos, pero critican a los chicos cuando hacen lo mismo para saber dónde hay fiestas clandestinas, después de las 4".

 

Marangoni opinó que el alcohol no es una puerta abierta al consumo de otras drogas. Señaló que sólo el 8 % o el 10 % de los que beben se vuelven adictos. No obstante, dijo que este nuevo hobby es muy peligroso y está causando muchas muertes en sucesos violentos. "De cada cinco accidentes graves que se producen, el alcohol aparece en tres", concluyó.

 

FUENTE:
La Gaceta.com

                        Instituto para el Estudio de las Adicciones

http://www.ieanet.com/index.php?op=InfoNoticia&idNoticia=26012