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Última actualización [08/07/2007]



Los Rusos se lo beben todo


RUSIA

Un estudio revela la relación del alcohol con la esperanza de vida.

A los rusos les gusta beber una copa, eso se sabe desde siempre. La preferencia de los rusos por su bebida nacional, el vodka, que traducido significa "agüita", se puede explicar por la extensión y la literal falta de perspectiva de la planicie rusa, en la que el hombre común se siente perdido. Los rusos siempre han bebido, algunas veces más, otras menos. Pero, probablemente, la influencia del alcohol nunca ha sido tan destructiva en la historia rusa como hoy en día.

La expectativa media de vida de un hombre ruso es de 58 años, inferior a la de cualquier país europeo. Esto se debe en parte a la consecuencia directa del abuso del alcohol. A esta conclusión llegó un grupo de científicos rusos y británicos que investigó las causas de muerte de hombres en edad laboral en Izhevsk, una ciudad de los Urales. Los resultados de la investigación fueron publicados en la prestigiosa revista médica The Lancet. 

"El alcohol es la principal causa de muerte en Rusia, y esto quedó claro después de la campaña anti alcohol del ex líder soviético Mijail Gorbachov", dice Yevgeni Andrejev, uno de los investigadores, ligado al Instituto Max Planck en Alemania. "En 1985 hubo una severa restricción del consumo de alcohol y la expectativa de vida entre los hombres rusos aumentó inmediatamente en 5 años", explica Andrejev.

En Izhevsk los científicos recogieron información sobre el modo de vida de un grupo de hombres fallecidos, a través de sus familiares y conocidos. Las respuestas confirmaron las sospechas. "Por primera vez tuvimos una prueba estadística de la importancia del alcohol en estas muertes", dice Andrejev. Después de estudiar datos de un período de 3 años, "podemos afirmar que se podría haber evitado la muerte de un 43 por ciento de los hombres entre los 25 y los 55 años, si éstos no hubieran bebido alcohol y fumado de manera tan excesiva", sostiene el científico ruso. 

Los hombres rusos no solamente beben mucho sino que además se llevan al estómago cualquier cosa que contenga alcohol. En Izhevsk quedó en evidencia la popularidad de productos no aptos para el consumo, por ejemplo líquidos de limpieza, agua de colonia y de medicamentos. Esto no es una novedad. En los años ochenta, en una de sus novelas más famosas, Venedikt Jerofejev habla de un cóctel llamado "Lágrimas de una muchacha del Komsomol" que se compone de líquido para enjuagarse la boca, agua de colonia, esmalte de uñas, limonada y lavanda.

"En la época soviética también se consumían bebidas semejantes", dice Andrejev, "lo que se podía explicar por la falta de vodka. Hoy se puede comprar del vodka barato las 24 horas del día, pero la gente sigue bebiendo sucedáneos. Esto se debe a que son baratos y también porque su contenido alcohólico es mucho más alto, a menudo entre el 60 y el 97 por ciento".

En Moscú la situación es menos sombría que en algunas provincias y se beben menos sucedáneos, dice Stanislav Mochnatsjov, siquiatra de una importante institución moscovita. En su trabajo Mochnatsjov trata diariamente a alcohólicos: "Aquí se bebe gran cantidad de vodka falso. Es mucho más barato y por lo mismo, muy popular".

Según las estadísticas oficiales la cantidad de alcohólicos en Rusia se mantiene estable. Pero en la práctica se observa que la adicción al alcohol va en aumento, dice Mochnatsjov. "Lo más preocupante es que hay bebedores cada vez más jóvenes", sostiene el siquiatra. "Hace unos 15 años la edad media de los alcohólicos estaba entre 45 y 50 años. Hoy recibimos pacientes de 30 años o incluso más jóvenes, con todas las secuelas correspondientes, epilepsia y otras complicaciones graves" dice Mochnatsjov.

Los resultados de estas investigaciones no han causado gran sorpresa. Cada noche los televidentes rusos son acosados por la propaganda de marcas de cerveza, y el consumo de esta bebida ha aumentado notablemente en los últimos años, especialmente entre los jóvenes. "Hoy se puede ver a chicos de 15 o 16 años que van por la calle con su botella de cerveza, después de la escuela", dice el siquiatra.

En su opinión la nueva generación debe ser más crítica. Los jóvenes no deben considerar normal el beber cerveza en la calle. El consumo se debe dar en un café, pero no en la calle, los portales o las plazas de juegos infantiles. Además nuestros productores de cerveza no deberían decir que beberla es fantástico, mejor que el consumo de marihuana, porque decir eso es absurdo", concluye Stanislav Mochnatsjov.

Moscú-Geert Groot Koerkamp

02-07-2007

 FUENTE: Radio Nederland Wereldomroep/Informes Asia y Oceanía

http://www.informarn.nl/informes/asiayoceania/act070702_rusosbeben