Estadísticas

Última actualización [03/12/2006]



Evaluando el alcoholismo




Manuel David Orrio

CUBA
El alcoholismo, como enfermedad presente en Cuba y causante en gran medida de accidentes de tránsito, violencia general, contra la mujer y los niños, y en el ámbito doméstico, se ha presentado a lo largo de este análisis en íntima relación con la situación económica y social del país, lo cual se evidencia en la razón inversamente proporcional hallada entre oportunidades individuales creadas por ese desarrollo económico y el nivel de consumo de alcohol en los diferentes territorios de la isla.

Al mismo tiempo, incursionar en la historia del consumo de alcohol a lo largo del período comprendido entre 1962 y el 2000 evidenció que hubo momentos de mayor ingestión que los actuales, los que se relacionan con una mayor cercanía política y económica a la extinta URSS. Luego, en la medida que Cuba retornó a una identidad nacional poseedora de su propia cultura alcohólica (bebedores sociales típicos) el consumo se ha ido ajustando hacia un cierto patrón que a los efectos del análisis puede estimarse en 26 por ciento de las ventas totales en la red de alimentación pública, de acuerdo con las estadísticas oficiales disponibles.

Sin embargo, esas estadísticas muestran que dicho patrón de consumo es bastante cuestionable: Ciudad La Habana y otros territorios del país consumen relativamente menos alcohol que en 1962, en tanto en otras localidades la ingestión crece hasta ser superior el ritmo de ventas de las bebidas espirituosas, que el de las totales realizadas en la alimentación pública.

Por lo tanto, y más allá de la probada relación entre grados de desarrollo económico y social y alcoholismo en Cuba así como la acusación implícita significada por políticas restrictivas gubernamentales en materia de economía que impiden el desarrollo, esta enfermedad parece más un fenómeno localizado en determinados territorios y en determinados grupos sociales, que un sistema utilizable para tales o más cuales manipulaciones políticas, unas en dirección de ocultar la real trascendencia del problema, otras en dirección de identificarle como prueba de decadencia del régimen imperante en la isla.

Contra estas conclusiones, amigos de este periodista han expresado que aparte de lo parcial de las estadísticas disponibles, existe en Cuba una determinada producción y venta de alcoholes clandestinos de baja calidad y efectos desastrosos para los consumidores. Pero al conocer las cifras con mayor detalle, todos han coincidido en que la "destilería informal" no aporta volúmenes significativos, aunque sí indica la existencia de un sector de la población de muy bajos ingresos y alcoholismo contumaz.
No obstante, vale apuntar la existencia en la sociedad cubana de inicios de este milenio de cierta conciencia sobre la magnitud del problema: el alcoholismo es un tema recurrente en la prensa oficiosa y un motivo de preocupación para instituciones como la Iglesia Católica o para la emergente oposición y el periodismo independiente. Pero las limitaciones encontradas por este periodista para lograr un acercamiento íntegro y desapasionado al problema, el secretismo gubernamental observado y, justo admitirlo, la atención que se le está prestando en centros hospitalarios, son aristas avisadoras de un abordamiento gubernamental no caracterizado por la osadía.

¿O será que la admisión del problema tiene por origen la denuncia nacida desde una sociedad civil emergente que, tras una labor de años, puede enorgullecerse de algunos resultados?

Preguntas en pie. Entretanto, y como bebedor social típico, nada mal viene a este periodista degustar una cervecilla. Porque este cubano calor de julio, lectores, definitivamente la amerita.

Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.

CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.
LA HABANA, julio (www.cubanet.org) -

FUENTE: CubaNet News, Inc.
http://www.cubanet.org/CNews/y02/jul02/26a5.htm