La adicción de los mayores
ARGENTINA
A pesar de ser considerado un problema que afecta mayoritariamente a la juventud, cada vez son más los adultos que se declaran víctimas de la adicción a las drogas o al alcohol y piden ayuda para recuperarse.
En dos años, la cantidad de adultos que solicitaron ayuda para superar su adicción en los centros de la red coordinada por la Subsecretaría de Atención de las Adicciones de la Provincia de Buenos Aires (SADA) mostró un aumento importante y sostenido. En el rango de quienes tienen entre 40 y 50 años se incrementó el 4 por ciento y casi el 2 por ciento para los mayores de 51 años. La mayoría de los casos están relacionados con el abuso de alcohol y psicofármacos, aunque también entre los mayores de 50 hay casos relacionados con la marihuana y la cocaína.
Entre 2003 y 2005 se registró en el territorio bonaerense un aumento del orden del 3,8 por ciento en el número de personas de entre 40 y 50 años que recibieron ayuda profesional para atender una adicción. En el nivel nacional, también hay cifras que dan cuenta del aumento de la tendencia. Según el último estudio nacional sobre uso indebido de drogas de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), a través del Observatorio Argentino de Drogas, casi el 40 por ciento de quienes acuden a las guardias en situación de emergencia por adicciones tiene más de 40 años.
El trabajo también reveló que en la mayoría de los casos los adultos que inician un tratamiento arrastran una adicción de larga data y que sólo deciden pedir ayuda después de muchos años. Además, casi todos tienen un largo historial en las adicciones. Las cifras son elocuentes: sólo el 1,1 por ciento se inició en las drogas después de los 40 años. El 72,6 por ciento lo hizo en el período que va de los 13 a los 18 años.
El fenómeno de los adultos que revelan problemas de adicciones a los estupefacientes o al alcohol no se registra únicamente en la Argentina. En los Estados Unidos, por ejemplo, las estadísticas oficiales indican que los mayores cada vez consumen más drogas. Según la encuesta de una agencia del Departamento de Salud de ese país (Substance Abuse and Mental Health Services Administration), entre 2002 y 2005 la cantidad de personas en la franja de los 50 años que recurrían a los estupefacientes pasó de 2,7 por ciento a 4,4 por ciento, lo cual equivale a 1,6 millones de estadounidenses.
Según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudc), unos 200 millones de personas usan drogas ilícitas por lo menos una vez al año en el mundo, el equivalente al 5 por ciento de quienes tienen entre 15 y 64 años, y 100 millones las consumen una vez por mes. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reclama la necesidad de técnicas avanzadas para influir principalmente en los grupos de población particularmente expuestos a la drogadependencia (jóvenes y adolescentes), antes de que el problema se convierta en una pesadilla que, en numerosos casos, persiste hasta edades avanzadas.
El reclamo de la OMS debería ser tomado en cuenta por las autoridades pertinentes ya que, al prevenir las adicciones desde temprano, nuestra juventud estará en mejores condiciones para alejarse del infierno que propone la cultura de las drogas.
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