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Última actualización [19/03/2006]
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Alcohol para olvidar
Lucas Garve
CUBA
Hoy día el consumo inmoderado de alcohol en la población alcanza cifras que preocupan bastante. En zonas urbanas céntricas donde existen establecimientos de bebidas no es difícil observar con cierta frecuencia algún alcohólico tirado a la larga sobre la acera. En este caso se trata seguramente de un alcohólico dependiente, porque hay varias categorías: bebedores sociales, bebedores de riesgo y alcohólicos dependientes.
Según encuesta realizada, los bebedores sociales representan un 60 por ciento de los entrevistados, los bebedores de riesgo un 18 por ciento y los alcohólicos dependientes un 8 por ciento. Pero un dato importante es que un 60 por ciento bebe por gusto personal, un 40 por ciento a causa de rupturas de parejas y un 33,3 por ciento por problemas económicos. En fin, que un trago ayuda a diluir las dificultades.
Hay que tener en cuenta entonces la cifra porcentual del 78 por ciento mayoritaria, resultado de la suma de los que beben para olvidar, sea cual sean las dificultades. Y en Cuba hay tantas dificultades cotidianas que hacen falta unos cuantos mililitros de alcohol para aliviarlas. Pero lo más peligroso es el consumo de alcohol entre los jóvenes, son los hombres jóvenes y un poco menos jóvenes, quienes con su presencia llenan los bares y cafeterías donde se vende el famoso ron C, un ron claro y de baja calidad. "Matarratas", "Pancho el bravo", "Bájate el blumer", son algunos apelativos vulgares que merece esta bebida alcohólica a falta de nombre propio. Tras la ingestión del mismo por elementos marginales no es raro que ocurran riñas y hasta homicidios debido al consumo inmoderado.
"No hay más que hacer" es la frase que con frecuencia se puede escuchar en algún local de expendio de bebidas alcohólicas. Incluso un criterio aceptado por muchos es el de que los jóvenes no tienen otra opción para disfrutar en su tiempo libre y eso no es tan cierto. Lo que sí es real es que existe entre los numerosos bebedores una inclinación a dejar pasar, un escaparse de las circunstancias que sin darse cuenta pueden arreglar.
La Habana, Diciembre.
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