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Última actualización [11/09/2005]



Alcohol y neuronas




ESPAÑA
El 8% de los españoles abusa del consumo de bebidas alcohólicas.
El Plan Nacional sobre Drogas indica que la ingesta de alcohol se ha estandarizado entre la juventud, que tiende a concentrar su consumo a lo largo de los fines de semana. Es entonces cuando, en muchos casos, lo ingiere en cantidades exageradas que poco o nada tienen que ver con las dosis recomendadas para beneficiarse de las propiedades oxidantes de los derivados del etanol.

Dice un estudio sobre adicciones de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana que una persona abusa de la bebida cuando bebe más de ocho cervezas, vinos o similares al día y de continuo, es decir, más de 240 gramos de alcohol a la semana, aunque esto también depende de la constitución física del bebedor, entre otras consideraciones. Este régimen, según el Plan Nacional sobre Drogas, se da en alrededor del 8% de los adultos españoles. Además, el 60% de la población adulta española consume habitualmente alcohol, lo que sitúa a España en la séptima posición del consumo mundial. Respecto a los jóvenes, los datos revelan que hasta el 20% de las personas entre 20 y 24 años bebe en abundancia, porcentaje que se reitera entre los adolescentes españoles de entre 14 y 18 años. En este sentido, los sociólogos señalan que muchos jóvenes- bautizado como bebedores sociales- beben en abundancia los viernes y sábados, principalmente.

Al respecto, se ha documentado que el abuso continuado de las bebidas con graduación está directamente relacionado con el desarrollo de patologías que pueden ir desde la cirrosis alcohólica, hasta en casos extremos, el coma etílico e incluso la muerte. Los hepatólogos reconocen que dosis mínimas de alcohol son capaces de dañar los hepatocitos, es decir, las células del hígado. Además, el etanol actúa como depresor del sistema nervioso central, con efectos perniciosos para la memoria, la capacidad de concentración e introspección. Incluso, en estadios de alcoholismo crónico se puede provocar la pérdida de millones de neuronas, que mueren víctimas de los continuos efectos de los componentes etílicos.

En este sentido, se puede afirmar que los efectos del alcoholismo crónico sobre el sistema nervioso central son múltiples. En estos episodios, los enfermos adictos al alcohol pueden sufrir:

  • Carencias nutricionales
  • Menor resistencia a infecciones
  • Cirrosis hepática
  • Mayor incidencia de traumatismos craneales y hemorragias

Todo ello puede derivar en la aparición de enfermedades degenerativas que afectan, principalmente, al sistema neurológico, como el Síndrome de Korsakoff, el ''Mal de la rosa'' o pelegra, esclerosis de Morel, degeneración alcohólica, Enfermedad de Marchiafava-Bignami o la Mielinolisis pontina, entre otras.

FUENTE: Revista Consumer Eroski/Enfermedades y Problemas de Salud.
http://www.consumer.es/web/es/salud/enfermedades_y_problemas_de_salud/2004/11/11/111744.php?page=2