Un programa contra el alcohol y el tabaco
Daniel Vila
La prevención es uno de los aspectos claves para la lucha contra la drogadicción y las conductas antisociales y violentas en el medio educativo. Ésta es una de las conclusiones que se desprenden de los primeros resultados del Programa Construyendo Salud, una iniciativa de los Ministerios de Educación, Sanidad e Interior, que ha logrado reducir en un 33 por ciento el número de alumnos que comienzan a tomar alcohol y retrasar en un 16 por ciento la edad de inicio del consumo de tabaco
El último informe del Observatorio Europeo de las Drogas denuncia la cada vez más temprana incorporación de los adolescentes a este fenómeno y advierte que las drogas de diseño están entrando en la escuela a un ritmo alarmante. El director de este organismo, el francés Georges Estievenart, considera que muchos escolares se introducen en la droga creyendo que se trata de un juego, espoleados por otros compañeros, y combinándolo con el consumo de alcohol.
Algo similar sucede con el tabaquismo. Tal y como se puso de manifiesto en la II Conferencia Europea y II Iberoamericana sobre Tabaco y Salud, celebrada este año en Las Palmas, la tercera parte de los adultos que fuman empezaron su hábito a los doce años. En España, fuma el 20 por ciento de los adolescentes de 15 años y el 40 por ciento reconoce haberlo probado, según los datos dados a conocer en dicho encuentro.
Los expertos parecen de acuerdo en que el mejor método para combatir la droga, el tabaco y el alcohol es la prevención y que ésta debe iniciarse en la escuela. En opinión del ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, “la escuela debe ayudar a los jóvenes a desenvolverse en una sociedad cada vez más compleja. Por ello, la prevención de las drogodependencias y de las conductas antisociales es asumida como una prioridad por el sistema educativo”. En este sentido, el programa Construyendo Salud constituye, según Rajoy, “casi la única vía para preparar a los jóvenes frente al consumo y oferta de drogas y adquirir unos hábitos que les sirvan de referente tanto en su formación escolar como en el futuro”.
La formación docente es la piedra angular de cualquier tarea preventiva. Así se desprende del estudio Los docentes españoles y la prevención del consumo de drogas, un trabajo de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y el Grupo Santillana, donde se destaca que sólo el 17 por ciento del profesorado aborda con sus alumnos de forma sistemática los problemas del alcohol y las drogas. El trabajo, realizado hace pocos meses entre más de un millar de docentes de Primaria, Secundaria y Formación Profesional de toda España, pone de manifiesto que la mitad de los profesionales demandan materiales específicos y apoyo de especialistas para desarrollar esta labor en el aula. Los profesores consideran como estrategias más eficaces para la prevención del consumo de alcohol y drogas el fomentar la autoestima, la responsabilidad y la autonomía de los alumnos, proporcionarles formación en valores, facilitarles alternativas de ocio y tiempo libre y favorecer entre los escolares actitudes positivas relacionadas con la salud.
Los Ministerios de Educación, Sanidad e Interior suscribieron en noviembre de 1996 un Protocolo de colaboración para promover la Educación para la Salud, marco en el que se inscribe no sólo el programa Construyendo Salud, sino también otros aspectos como la actualización del profesorado en la prevención y diagnóstico precoz de la anorexia y la bulimia, el apoyo a los docentes para dejar de fumar y la formación sobre actividad física y salud
El citado programa se aplica desde el curso 1996-97 en 244 centros educativos de diez Comunidades Autónomas, además de en las ciudades de Ceuta y Melilla. En él han participado hasta la fecha cerca de un millar de docentes y 14.659 alumnos. A través de dicha iniciativa se desarrollan en clase una serie de contenidos didácticos relacionados con la prevención del uso y abuso de drogas y las actitudes antisociales. Las actividades son eminentemente participativas mediante dinámicas de grupo y con un tipo de profesorado preparado específicamente para llevar a cabo este cometido.
Materiales adaptados
Según el delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, el objetivo de programas como Construyendo Salud es “poner a disposición de la comunidad escolar unos materiales educativos y una forma de actuar adaptados a la realidad de los adolescentes”. “Los resultados de la intervención han demostrado que la prevención funciona porque se retrasa la edad de inicio del consumo de drogas y porque aumenta el rechazo a las sustancias tóxicas, principalmente al alcohol, tabaco y cannabis”, señala Robles.
El programa ha logrado reducir en un 33 por ciento el número de alumnos que comienzan a hacer sus pinitos con el alcohol y también retrasar la edad de inicio en el consumo de tabaco en un 16,5 por ciento. La evaluación demuestra que esta iniciativa es especialmente eficaz para reducir el consumo de licores, la sustancia que podría ser considerada más problemática dentro de los alcoholes a edad adolescente. Del mismo modo, se refleja la utilidad del programa para incrementar la resistencia de los alumnos a las presiones de sus compañeros, “lo que indica que han adquirido una mayor capacidad para tomar sus propias decisiones”. Los resultados parecen demostrar también el efecto positivo en la prevención de conductas antisociales, reflejándose una disminución en la implicación en peleas y la utilización de armas.
De forma paralela se desarrolla también el Programa de Puertas Abiertas, dedicado a actividades de ocio y tiempo libre destinadas a los escolares fuera del horario lectivo. Dichas actividades están coordinadas por ONGs especializadas como Cruz Roja Juventud, Carpe Diem o Asociación Deporte y Vida, con la que colaboran destacados deportistas. Según los expertos, los niños y adolescentes son más receptivos a mensajes contrarios al tabaco, la droga o el alcohol si son difundidos por deportistas o artistas de moda, que si lo hacen sus propios padres o profesores
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