La depresión puede ocultar o empeorar una adicción




En todo el mundo, aproximadamente 400 millones de personas sufren trastornos mentales o problemas relacionados con el consumo de sustancias adictivas. México no es la excepción a esta tendencia y se estima que 15 millones de mexicanos padecen algún problema de salud mental y de adicciones, de los cuales cuatro millones atraviesan por algún estado depresivo delicado y seis millones tienen problemas de alcoholismo.

Estas estadísticas indican, al igual que la experiencia clínica, que la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo, específicamente la depresión, se encuentran estrechamente ligados a las adicciones. Desde la antigüedad, existen múltiples referencias al uso de drogas para tratar estados de tristeza, melancolía y manía.

Los expertos solían pensar que la gente con depresión utilizaba alcohol, nicotina y fármacos psicotrópicos como una manera para aliviar la depresión. Aunque su efecto antidepresivo y ansiolítico es transitorio, los estudios han demostrado que el utilizar estas sustancias contribuye a agravar a la larga tanto la depresión como los trastornos de ansiedad.

Lo cierto es que la depresión y la adicción son fenómenos distintos y perfectamente separables, sobre todo en su tratamiento. Una vez dominada la depresión será más fácil controlar la adicción.

La depresión es la enfermedad mental que más se asocia directa e indirectamente a las principales causas de defunción, y a la pérdida de un número considerable de años de vida saludable para el ser humano.

Cuando la depresión no es detectada o no es tratada a tiempo, podría ser perjudicial para quien la padece, ya que puede concluir con actitudes autodestructivas, como el suicidio o una adicción. En este sentido es importante resaltar que de acuerdo con la Organización Mundial de Salud, las adicciones representan aproximadamente 8% de las causas asociadas a defunciones

Relación depresión-adicción

La adicción puede definirse como una dependencia hacia una sustancia, objeto, actividad o relación que arrastra a quien la padece, lejos de todo lo que le rodea. Se representa por los deseos que consumen los pensamientos y comportamiento de las personas, ya que el individuo actúa ardua y obsesivamente para conseguir la cosa deseada o para comprometerse en la actividad deseada.

La diferencia entre los hábitos y las adicciones se da en que estas últimas son dependencias con graves consecuencias en la vida real, que deterioran, afectan negativamente y destruyen relaciones, salud (física y mental), y la capacidad de funcionar de manera efectiva. El adicto dirige su comportamiento hacia aquello que domina su pensamiento y que es la actividad más importante de su vida perdiendo el control sobre sus sentimientos y obteniendo consecuencias negativas.

Todas las adicciones tienen un solo fin: la fuga de los estados emocionales, de los cuales el más común es la depresión. La persona que sufre un problema siente un dolor emocional y considera como lo más sencillo buscar un alivio, no una solución. Este alivio lo proporciona la sustancia o la actitud adictiva que le da sólo resultados momentáneos.

Entre las enfermedades adictivas que surgen como consecuencia de la depresión y que incluyen codependencia, se encuentran, el alcoholismo, el abuso de sustancias tóxicas, comida en exceso, adicciones al juego, a las compras, al sexo, e incluso al uso prolongado de Internet.

Diagnóstico y Tratamiento
El porcentaje de detección y tratamiento de la depresión en la atención primaria es bajo, 40% de los casos, debido principalmente a que los médicos de atención primaria generalmente no se encuentran preparados para reconocer sus síntomas, realizar el diagnóstico en forma oportuna y dar el tratamiento adecuado; además de que esta enfermedad, con frecuencia, está enmascarada detrás de síntomas que confunden al paciente y al médico. Por ejemplo, se experimentan dolores de cabeza frecuentes, molestias digestivas, mareos o visión borrosa.

De igual forma, la adicción no es fácil de diagnosticar, ya que quien la padece suele negarlo, incluso para los familiares o personas cercanas al adicto no es sencillo notar una dependencia obsesiva, ya que en ocasiones se subestiman las actividades realizadas por el afectado, pensando que es normal que las ejecute.

Pese a que las adicciones no tienen preferencia de género, en la actualidad cada vez se presentan más casos de mujeres con estos problemas, en México, hay 3 millones 241 mil consumidoras de alcohol, cigarro, antidepresivos y drogas ilícitas, siendo una de las causas el hecho de que el 25% de las mujeres adultas sufren depresión.

En el tratamiento de las adicciones y de la depresión debe efectuarse un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento que incluya la utilización de diversas alternativas terapéuticas. Primordialmente se recomienda, el uso apropiado de fármacos que coadyuven al proceso de recuperación de síndromes de intoxicación y abstinencia, al mismo tiempo que medicamentos antidepresivos, pues se ha demostrado que evitar la prescripción farmacológica puede incrementar considerablemente el riesgo de recaídas. Es necesario que aunado al tratamiento médico, el adicto, reciba apoyo familiar.

Erróneamente se piensa que los antidepresivos causan adicción, siendo que en los últimos 20 años, los nuevos medicamentos antidepresivos y estabilizadores del ánimo han revolucionado el tratamiento de la depresión, pues alivian los síntomas de la depresión y se han convertido en la primera línea de manejo en una amplia variedad de trastornos depresivos.

Sin embargo, los familiares deben estar conscientes de que no hay lugar, terapia, tratamiento o grupo de autoayuda que garantice la rehabilitación total, pues ésta no depende ni de las instituciones ni de los programas, sino del paciente.

Es muy corriente creer que en cuanto se domine la adicción, terminará la depresión. Esto puede ser cierto en algunas ocasiones, pero en otras tantas el fracaso puede hacer que se empeore y que sea más complicado vencer la adicción, por lo que la labor conjunta del médico, el paciente y sus familiares es fundamental.

Proceso del pensamiento adictivo
1)Comienza con una carga emocional que provoca incomodidad a la persona
1)La persona trata de eliminar esta incomodidad, a través de racionalizar este estado y busca una solución
1)Esta solución está fuera de su alcance, por lo tanto le provoca frustración
1)La frustración se le manifiesta a la persona como tristeza, culpa, dolor, miedo o ira, que pueden convertirse en depresión
1)Estas emociones le provocan un desagrado, que llega a ser insoportable y al tratar de callarlo, se busca la evasión a través del consumo de una adicción

FUENTE: Vivirsindepresion.org
T1msn/Salud/Tu Salud
http://www.t1msn.com.mx/Salud/Tusalud/vivirsindepresion/