Tratamiento para bebedores problema




K. Galarza Vásquez

Ya es posible controlar el consumo inmoderado de alcohol en etapas tempranas.

Según la más reciente Encuesta Nacional de Consumo de Alcohol, efectuada en 2003 por la Secretaría de Salud (SSA), 65% de los mexicanos de entre 12 y 65 años de edad ingieren bebidas embriagantes; de este porcentaje sólo 4.9% presenta dependencia severa, y se considera que 12.4% tienen riesgo de adicción debido a que ingiere más de cuatro copas por ocasión (ya sea en reuniones, fiestas o comidas y cenas de negocios).

A este último grupo, el Centro Acasulso de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con sede en la capital del país, le ofrece excelente solución por medio de singular modelo de tratamiento llamado Programa de intervención breve y detección temprana para bebedores problema.

"Dicho plan fue diseñado en Canadá y adaptado para el país por el Dr. Héctor Ayala, quien falleció a principios de 2003, y ha demostrado ser muy eficaz para reducir al máximo y/o eliminar los riesgos que trae consigo el consumo excesivo de alcohol, los cuales incluyen trastornos como cirrosis (enfermedad que altera las funciones del hígado), accidentes de tránsito, violencia, agresión, ausentismo laboral, alejamiento de los seres queridos y actos de homicidio y suicidio, mismos que representan alto costo para la nación", refiere la Mtra. Leticia Echeverría San Vicente, quien se desempeña como coordinadora del programa.

La finalidad del tratamiento consiste en ayudar al paciente a identificar las situaciones en las cuales es muy probable que pierda el control, por lo que las acciones se enfocan a la prevención secundaria, es decir, a evitar que se adquiera dependencia severa al alcohol. "La mayoría de los individuos que empiezan a experimentar dificultades con su forma de tomar no reciben atención por parte de las instituciones especializadas en casos de adicción, sino hasta que pasan a las filas del alcoholismo, por lo que es esencial comenzar la terapia antes de que esto ocurra y, en consecuencia, hayan perdido el empleo y se alejen de su familia", señala la catedrática de la FP.

Cabe destacar que mediante dicho programa se pretende que quienes sólo beben ocasionalmente, aunque de manera explosiva, modifiquen sus patrones de consumo al definir si sólo desean moderarse o prefieren abstenerse de ingerir productos alcohólicos. Para acceder al proyecto es indispensable solicitar entrevista de admisión inicial y, posteriormente, asistir a cuatro sesiones semanales, en las cuales el individuo, con ayuda del psicólogo, realiza un balance sobre su condición, establece metas, identifica situaciones que lo inducen a tomar mayor cantidad de alcohol y desarrolla planes de acción con la finalidad de resolver su problema. En la cuarta sesión, además, determina objetivos para los siguientes meses del tratamiento.
¡Cuánto bebe! De acuerdo con la entrevistada, la ingesta de alcohol puede clasificarse en moderada (al consumir de 1 a 4 copas por ocasión), inmoderada (de 5 a 9 "tragos") y excesiva (más de 10). A su vez, el Manual de diagnóstico estadístico de los desórdenes mentales establece que la dependencia hacia dicha sustancia se presenta cuando quien abusa de ella experimenta malestares físicos y emocionales durante los periodos de abstinencia.

En este sentido, es fundamental aclarar que los estándares antes mencionados aplican sin importar la frecuencia en que se acostumbra consumir bebidas alcohólicas, siempre que no se excedan 12 copas a la semana. Por ejemplo, si una persona bebe de 2 a 3 veces en el lapso de siete días sin incrementar la cantidad que se considera moderada, tiene control en su patrón de consumo; en cambio, quienes ingieren más de cuatro copas por ocasión, aunque lo hagan esporádicamente, pueden asumir que tienen un problema.

¿Cómo funciona? El programa promovido y ofrecido por la FP se basa en un modelo especialmente diseñado para modificar, por medio de terapia psicológica, los hábitos de los bebedores con niveles bajos y medios de adicción al alcohol. "En la primera sesión se determina el grado de dependencia y si el individuo tiene disposición al cambio; en caso contrario, se le motiva para que acepte el objetivo del programa: disminuir el consumo o dejar de beber. Durante la segunda, se identifican todas aquellas situaciones de riesgo que ocasionan que el sujeto pierda el control, lo que se realiza con el fin de evitar que en un futuro sea víctima de ellas", explica la especialista en salud mental.

"En la tercera sesión, agrega la experta, se incita al paciente a desarrollar diversas estrategias que le impidan beber en exceso; por este motivo, nos encargamos de reforzar el autocontrol, fundamental para que la persona se convierta en el principal agente para dirigir y regular su comportamiento. En la última fase se evalúa la actual ingesta de alcohol, se califica el pronóstico de éxito alcanzado y establecen nuevas metas; posteriormente, cada mes (hasta completar el año) el terapeuta monitorea al paciente para saber cómo va modificando su necesidad y, si tiene una recaída, lo apoya para que siga adelante.

Esto último no significa que se haya fracasado, sino que es parte del proceso de aprendizaje, en el cual se orienta al bebedor para que analice y descubra por sí mismo la causa lo llevó a tal situación y, así, procure evitarla en el futuro. Este tratamiento, al no ser restrictivo, permite que quienes se someten a él lo continúen y reduzcan la cantidad de copas por ocasión de consumo; no obstante, durante las primeras sesiones se llegan a registrar algunas deserciones.

"Invito a las personas que puedan tener problemas con su forma de ingerir alcohol a someterse al Programa de intervención breve y detección temprana para bebedores problema, en el cual no serán persuadidos a dejar para siempre la bebida, sino se les dotará de herramientas que les permitirán aprender a hacerlo con moderación. Asimismo, quiero enfatizar que nuestro mayor interés en el centro, además de atender al público, es capacitar a psicólogos, médicos, trabajadores sociales y enfermeras de todo el país para que en su lugar de origen puedan ofrecer este tratamiento", finaliza la Mtra. Echeverría San Vicente.

Si desea obtener mayor información llame al Centro Acasulso , cuyo número telefónico es 5658-3911, o acuda al mismo, ubicado en la calle Cerro de Acasulco #18, colonia Oxtopulco, en la Ciudad de México.

FUENTE: Salud y Medicinas
T1msn/Salud/Hombre
http://www.t1msn.com.mx/salud/hombre/SaludMedicinas/default.asp?id_articulo=Reportajes/SyMHR00083.html