El último consumo de alcohol previo al ingreso de desintoxicación



como predictor a largo plazo de la abstinencia.

Miquel Monrás*, Anna Lligoña**, Neus Freixa*, Antoni Gual***.

Se estudia la utilidad del fenómeno de la “despedida” del consumo de alcohol como indicador de resistencia al cambio de fase del estado motivacional de los pacientes alcohólicos y si puede predecir la evolución terapéutica posterior. A una cohorte de 71 alcohólicos ingresados consecutivamente para desintoxicación enólica se les realiza alcoholuria inmediatamente después del ingreso y son evaluados al cabo de un año. La alcoholuria resultó positiva en el 47,9% de pacientes.

Este porcentaje fue similar para ambos sexos e independiente de la existencia de antecedentes de tratamiento o consumo de otras drogas. Al año no se hallan diferencias en la abstinencia o el cumplimiento de tratamientos entre pacientes con alcoholuria positiva o negativa. Sin embargo en los que han hecho tratamientos previos la alcoholuria positiva es un elemento que empeora el pronóstico. Se concluye que la ausencia de “despedida” no es buen indicador de un cambio en la motivación ni del pronóstico terapéutico si no se tienen en cuenta a otros factores.

The "one last drink" before entering impatient detoxificatión as a predictor of long-term abstinence

We studied the utility of the “one last drink” prior to entering an inpatient detoxi.cation programme as an indicator of resistance to a change of phase in the motivational state of alcoholic patients and if it could predict posterior therapeutic evolution. Urine samples of a cohort of 71 consecutive admissions for alcohol inpatient detoxi.cation were obtained immediately after admission, and the results were compared with baseline and one year follow-up data. 47.9% of the samples screened positive for alcohol.

This percentage was similar for both sexes irrespective of the existence of earlier treatment or the use of other drugs. No differences were found in abstinence or in compliance with treatment among patients who tested positive or negative for alcohol at one-year follow-up. However, in those who had undergone previous treatment, a positive analysis was a factor that predicted a poorer clinical evolution. It is concluded that the absence of “one last drink” is not a good indicator of a change in motivation or of therapeutic prognosis if other factors are not taken into account.

Enviar correspondencia a:
Miquel Monras.Unidad de Alcohología. Recinto Hospital Casa Maternidad (Hospital Clínic de Barcelona). C/ Mejía Lequerica 1. Edi.cio Helios II. 08028 BarcelonaTeléfono: (+34) 93.227.99.23. Fax: (+34) 93.227.56.88. e-mail: mmonras@clinic.ub.es
Unidad de Alcohologia, Institut Clínic de Psiquiatria i Psicología. (ICPP) Hospital Clínic de Barcelona. Psicólogo Adjunto, ** Médico Psiquiatra Adjunto, *** Jefe de Sección

FUENTE: Revista “Adicciones” Volumen 16, No. 2, 2004.
http://www.socidrogalcohol.org/