Una copa es buena para la salud.





El alcohol en pequeñas dosis tiene un efecto protector para el corazón.
Las vitaminas de la cerveza aumentan este efecto.

La cerveza es la bebida alcohólica más popular en el mundo. Semejante al vino gracias a los efectos positivos que podría tener en la protección de enfermedades cardio-vasculares.

¿El objetivo, la salud o la economía? No podemos despreocuparnos sin hacer esta pregunta, ya que se atribuyen efectos positivos sobre la salud, a bebidas que antiguamente eran catalogadas precisamente por sus efectos nocivos.

Para responder a esta pregunta, los estudios están presentes y muestran que el consumir cerveza moderadamente contribuye a disminuir el riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria. En particular para aquellas personas que presentan un riesgo elevado, pero también de manera secundaria para aquellas en las que no se ha presentado riesgo alguno.

¡Antes de darlo por cierto, supongamos lo contrario! No será demasiado insistir en la importancia del calificativo "moderado", habría que mencionar que todo lo que la literatura presenta se basa siempre en los límites de una dosis (cantidad)- efecto. Luego entonces una precisión se impone, de que tipo de enfermedad se habla o hablamos de enfermedades coronarias específicamente, sin desear la prevención del cáncer ni de otras enfermedades que causan la muerte.

LA DOSIS JUSTA.
Antes de mencionar que el alcohol protege habría que mencionar las características intrínsecas de cada una de las bebidas alcohólicas y no dejarlas en un segundo plano. Todos los estudios convergen en el mismo sentido y muestran que el índice de consumo de alcohol sobre la mortalidad a causa de enfermedades cardiovasculares presenta una curva en forma de "J" esto quiere decir que los que se abstienen presentan una mortalidad más elevada que la de los consumidores moderados, si el consumo aumenta, se incrementa la toxicidad y la mortalidad se eleva. (trazo orizontal de la "J").

Entonces precisar la dosis es importante, estamos de acuerdo en definir que el consumo de 30 con un máximo de 40 g de alcohol por día ejerce un efecto protector. Esto representa ¾ de 1 litro de cerveza o de 375 a 500 ml de vino por día. Cuidado, esto debe cuestionarse por el impacto tan diferente que produce el alcohol en hombres y mujeres (pues estas poseen menos enzimas para metabolizar el alcohol) y por la toxicidad. Un estudio italiano muestra que el consumir cotidianamente 20 g de alcohol no modifica los parámetros hepáticos y no representa un riesgo para desarrollar cirrosis del hígado. Los Americanos que beben mucho más, estiman que consumir más allá de 4 copas coloca a la toxicidad por arriba de la protección. Es absolutamente necesario subrayar que los beneficios del consumo de alcohol sobre la mortalidad no se basan en la cantidad que se consume sino en el riesgo de toxicidad.

La regularidad en el consumo es una condición indispensable. Beber 2 copas de cerveza al día, es saludable. No beber nada durante la semana y engullir 14 cervezas el sábado no produce ningún efecto protector, sino todo lo contrario.

PLENA DE VIRTUDES

La cantidad de alcohol que aporta la cerveza o el vino no cambia mucho y podríamos pensar que tampoco las ventajas que aportan. A diferencia del vino (y bebidas fermentadas en general), la cerveza contiene polyfenoles que le confieren propiedades antioxidantes. Los antioxidantes son moléculas limpian o protegen nuestro organismo de desechos nocivos. Estas captan el colesterol malo y se evitan los depósitos en las arterias.

Por otra parte la cerveza proviene de los cereales. Esta es el resultado de la fermentación alcohólica de la cebada por la levadura, estas contienen y fabrican vitaminas del grupo B, principalmente B6 y B9 (ácido fólico). Estas vitaminas reducen la presencia de "homocysteine" que es un aminoácido (elemento del que se constituyen las proteínas) y que se encuentra elevado en sangre y se correlaciona con el aumento de enfermedades cardiovasculares.

FITOESTROGENOS
Una característica suplementaria de la cerveza es la presencia de fitoestrógenos. Sin embargo se obliga una investigación seria de estos elementos benéficos en la cerveza, pero mientras tanto podemos mencionar que estas mismas sustancias se encuentran presentes en la soya. Esta última ha probado ya su actividad biológica y benéfica (semejante a la de los estrógenos femeninos) y esto constituiría una protección no solamente contra las enfermedades cariovasculares sino contra ciertos cánceres (seno y próstata).

¿MITO O REALIDAD?
¿Cerveza y peso, una buena mezcla?

Los cerveceros pretenden afirmar que la cerveza no es la culpable de la panza de los bebedores, sino su alimentación rica en grasa y en azúcares.
Un pequeño estudio francés, aportó que 13 hombres de la misma edad (23años) y en equilibrio de peso, mostraron que el agregar 330 ml de cerveza 2 veces al día, no modificó los índices de masa corporal. Los voluntarios se mantuvieron en un régimen a base de agua durante cuatro semanas y posteriormente a un régimen de cerveza donde la comida se le otorgaba a voluntad. La cerveza no tuvo ninguna repercusión en el peso, porque durante el régimen de cerveza las personas ajustaron automáticamente la cantidad de alimentos, sin modificar el total de la cantidad de energía absorbida. La conclusión no debería ser tan alentadora, ya que los participantes consideraron remplazar 4 trozos de pan (120 g) por dos jarras de cerveza. ¡Esto les dejo perplejos!.

Y en suma, afirmar que existe el riesgo de convertirse en alcohólico por beber regularmente 10 pc. Una vez mas es una panacea. "De todo un poco" reza inegablemente el proverbio.

FUENTE: SANTÉ - Diététique / La Libre Belgique/Mercredi 10 Décembre 2003.