Corresponsablidad: un buen principio preventivo*




Jesús García Rosete**

Cuando escuchamos conversaciones o relatos acerca de personas que se han visto involucradas en problemas relacionadas con el consumo de drogas, pensamos que somos afortunados porque eso no sucede en nuestra familia o entre nuestros familiares y amigos. Desde luego que este tipo de pensamiento es un reflejo fiel de nuestros mejores deseos y sentimientos amorosos que tenemos hacia ellos. Aunque muchas veces la realidad se impone, y contraria a esos nobles deseos, cuando reflexionamos sobre el comportamiento real de nuestros seres queridos, reconocemos que el riesgo puede estar muy próximo , y que su conducta y responsabilidad frente al consumo de drogas podría implicar un factor de alto riesgo para establecer una adicción al tabaco, al alcohol a otras drogas.

No podemos ignorar o pensar que es un problema que sólo afecta al vecino. En este sentido, la corresponsabilidad debe ser una actitud necesaria para enfrentar el problema en nuestra familia, en la escuela, colonia, centro de recreo o trabajo, en los poblados o ciudades en lass que vivimos o sobrevivimos. Asumir tal actitud permitirá que cambiemos de una posición contemplativa y estática por un comportamiento activo, en la medida en que nos sintamos amenazados o afectados por este fenómeno social de las drogas.
Por tanto actuar de manera corresponsable implica, en primer término, aceptar nuestra vulnerabilidad humana y reconocer que aún no siendo personas activas dentro de la cadena mórbida del problema no estamos exentos de su influencia o del impacto de los factores causales del mismo.

En la prevención de las adicciones ser corresponsable es diferente a mostrarse preocupado o interesado en la problemática de las drogas, tampoco es esperar a que los otros realicen las tareas preventivas. Por el contrario nuestra corresponsabilidad tendrá que llevarnos a participar decididamente, en las diversas actividades preventivas que se ejecuten en nuestra comunidad. Por ejemplo en su hogar podría proponer a su esposa la búsqueda de información y orientación sobre las causas de las adicciones, y a su vez, orientar e informar a sus hijos; en la fábrica en la que labora podría proponer la realización de actividades de fomento a la salud, como pláticas informativas sobre los riesgos del consumo de bebidas alcohólicas a menores de edad, como establece la ley, como una medida preventiva para controlar la disponibilidad con sustancias con efectos psicotrópicos entre los niños y los jóvenes.

Corresponsabilidad significa, entonces, adoptar una conducta que corresponda con acciones que propicien y contribuyan a desalentar el uso indebido de drogas, acciones que estén dentro de nuestras posibilidades y capacidades además de que puedan ser ejecutadas dentro del hogar, comunidad o espacio laboral.

Ahora más que nunca, cuando las tendencias del consumo de psicotrópicos en nuestro país van en aumento, no es posible que como padres de familia, maestros, o bien como ciudadanos comunes, continuemos esperando las acciones de papa gobierno o mama iglesia o escuela para proteger de las drogas y de otros problemas a nuestras niñas y niños, a nuestros jóvenes; problemas que ponen en entredicho su desarrollo personal, familiar y social. Por lo tanto, creo que ya es tiempo de dejar atrás la ignorancia cómoda y lanegación de la realidad para asumir la tan necesaria corresponsabilidad social tan escasa en estos tiempos en México.

(El artículo completo se encuentra disponible para su consulta en nuestro Centro de Información. Ave. Ejercito Nacional No. 579 6° piso, Col. Granada, México, D.F. )

NOTAS: * Artículo publicado en el número 57 de la revista LiberAddictus, febrero de 2002.
** Psicólogo y Terapeuta Familiar por el ilef, Miembro del Comité editorial de LiberAddictus. Email: jesusot@dgcchunam.mx.

FUENTE: Revista Liberaddictus, Número 78, Marzo-Abril de 2004.