¿Alcohol o Deporte?



Sobre todo en el pasado, algunos deportistas han tomado alcohol antes o durante el ejercicio con el fin de mejorar su rendimiento. Ciertos ciclistas europeos bebían cerveza durante las carreras, por ejemplo. Actualmente, la mayoría de atletas que beben lo hacen por razones sociales, ya sea el día antes de la competición para relajarse un poco o después del evento para relajarse o celebrarlo con los amigos y la familia.

 

Los efectos del alcohol dependen de la cantidad consumida y de la tolerancia individual. Las personas lo bebemos por sus propiedades ansiolíticas (para reducir el estrés), por sus efectos protectores sobre el sistema cardiovascular o simplemente por placer. Sin embargo, el alcohol ejerce una serie de efectos sociales y fisiológicos negativos; y desde luego, siempre va a afectar el rendimiento deportivo negativamente.

 

A través de encuestas dietéticas, se ha detectado que el abuso de alcohol en la comunidad atlética es similar al de la población en general. Aunque ciertamente éste no se encuentra en la lista general de dopaje del COI, sí que se trata de una sustancia prohibida en algunos deportes como el tiro con arco y la esgrima. Pero veamos más al detalle sus efectos tanto inmediatos como a largo plazo.

 

Efecto inmediato del alcohol sobre el rendimiento.

Los niveles bajos de alcohol en sangre (0.02-0.05 g/dl) pueden llegar a disminuir los temblores en la mano, mejorar el balance y la precisión del tiro; pero también aumentar el tiempo de reacción y disminuir la coordinación ojo-mano. Los niveles moderados de alcohol (0.06-0.10 g/dl) afectan negativamente a dichas destrezas.

 

Respecto al rendimiento, fuerza y potencia de corta duración, el alcohol en dosis de bajas a moderadas puede afectar a la fuerza de agarre, salto vertical y carreras de 200 y 400 metros; así como acelerar la fatiga durante el ejercicio de alta intensidad. 

 

En relación al rendimiento aeróbico, las mismas dosis empeoran los tiempos de carreras de 800 y 1500 metros. Por sus propiedades diuréticas, contribuye a la deshidratación y afecta al rendimiento y al bienestar general, durante el ejercicio prolongado sobre todo en ambientes cálidos.

 

Durante el post-ejercicio, el alcohol consumido tras la prueba deportiva, se absorbe más rápido y sus efectos aumentan porque el atleta puede que esté deshidratado y haya comido poco. Las bebidas alcohólicas incrementan la pérdida de líquidos perjudicando el proceso de rehidratación después del ejercicio, porque el alcohol es un diurético (aumenta la producción de orina) y no contiene la cantidad de sodio necesaria para retener los fluidos en el organismo. Además el alcohol influye en el metabolismo de los carbohidratos y por lo tanto, podría afectar a la reposición de las reservas de glucógeno del organismo.

 

El alcohol puede retrasar el proceso de recuperación de tejidos dañados (músculos y tejidos blandos). El tratamiento de estas lesiones incluye técnicas de vasoconstricción (hielo, compresión, elevación). El alcohol al ser un vasodilatador, en grandes cantidades puede causar hinchazón alrededor del sitio dañado, retrasando su reparación. 

 

En cuanto a la resaca, de acuerdo con las investigaciones, al parecer, ésta no afecta a ciertas variables físicas como potencia o fuerza. Sin embargo, disminuye la resistencia muscular en deportes de intensidad, a la vez que degrada el bienestar general del deportista.

 

Efecto crónico del alcohol sobre el rendimiento.

El abuso crónico de alcohol, sin duda va disminuir el rendimiento deportivo. El alcohol afecta a todos los sistemas del cuerpo y está relacionado con patologías como cirrosis, úlceras, enfermedades cardiacas, diabetes, miopatías, desórdenes óseos y mentales. Se pueden generar deficiencias nutricionales porque el alcohol altera la digestión, absorción, metabolismo y excreción de nutrientes. La miopatía (daño, desgaste y debilitamiento muscular) puede darse en varios músculos, incluyendo los del corazón. 

 

Las concentraciones de hormonas también pueden variar. Al disminuir, por ejemplo las concentraciones de testosterona, se produce una interferencia en el aumento de masa y fuerza musculares.

 

Los atletas que abusan del alcohol generalmente tienen estilos de vida desordenados con descanso inadecuado. Otro problema es el aumento de peso ya que el alcohol es energéticamente denso y aporta 7 kilocalorías por gramo.

 

Para finalizar se pueden establecer una serie de recomendaciones para el consumo de alcohol de forma adecuada:

 

1. El alcohol NO es un componente esencial en la dieta. Tomarlo o no es una decisión personal de cada uno. No existe evidencia de efectos negativos sobre la salud y el rendimiento cuando se utiliza en dosis suficientemente bajas. Si decides consumirlo, hazlo con moderación.

2. El alcohol posee un alto contenido de energía y debe ser restringido cuando el atleta quiere reducir grasa corporal. Las bebidas alcohólicas como la cerveza y el vino pueden estimular el apetito y sumar calorías extras.

3. Las diferentes bebidas alcohólicas contienen distintos nutrientes. Por ejemplo, un zumo de naranja aporta 4 veces más cantidad de potasio y 3, de carbohidratos, que una cerveza. Además habría que tomar hasta 11 cervezas para obtener la cantidad diaria recomendada de vitamina B.

4. El atleta debe evitar el consumo excesivo de alcohol la noche anterior a la competición. 

5. El consumo de alcohol inmediatamente antes o durante una prueba deportiva no mejora el rendimiento, más bien puede afectarlo negativamente. El rendimiento psicomotor y el juicio son los más afectados. El alcohol puede deshidratar, retrasar los reflejos, crear problemas de hipoglucemia y disminuir el rendimiento.

6. El abuso de alcohol afecta directamente a la recuperación tras el ejercicio. Tiene efectos sobre la rehidratación, la recuperación de glucógeno y la reparación de daño en los tejidos.

7. El atleta debe hidratarse con líquidos adecuados en cantidades mayores a las que perdió durante el ejercicio. Estos líquidos se aportan a través de bebidas deportivas, zumos de frutas y sobre todo agua. Las bebidas con más del 2% de alcohol no son adecuadas para la rehidratación.

8. Antes de consumir alcohol tras el ejercicio, el atleta debería consumir alimentos con alto contenido en carbohidratos para acelerar la recuperación de las reservas de glucógeno. 

 

Y sobre todo los atletas (así como el resto de personas) que abusen del alcohol deben evitar la realización de cualquier actividad peligrosa. Así que si bebes no corras (ni conduzcas, claro...)  Fuente: "The complete guide to food for sports performance" (Louise Burke)  santis@buscadlabelleza.org

 

FUENTE:
 Atletasmaster/Medicina

http://74.125.47.132/search?q=cache:bcsYmPX2qAUJ:buscadlabelleza.org/depot/alcohol%2520o%2520deporte.doc+alcohol+y+deporte&cd=2&hl=es&ct=clnk&gl=mx