Una combinación peligrosa




ARGENTINA
La mezcla de bebidas energizantes con alcohol aumenta el riesgo de infartos en personas jóvenes. Este cóctel genera un incremento exagerado de exigencia al corazón. Y bloquea los mecanismos normales que el organismo tiene para adaptarse a este esfuerzo.

Todos los fines de semana, los barmans de bares y boliches reciben el mismo pedido, que se repite una y mil veces: las llamadas bebidas “energizantes” mezcladas con alcohol. La combinación tiene diferentes variantes: con vodka, con champagne, con vino blanco... pero los riesgos son los mismos.

Las bebidas energizantes, que se caracterizan por tener una alta concentración de cafeína, alcanzaron una gran popularidad entre los jóvenes. En nuestro país, su consumo se incrementó entre 10 y 15 veces durante el último año y se estima que se venden entre 6 y 8 millones de unidades anuales. Si bien son de venta libre, su consumo excesivo o su mezcla con bebidas alcohólicas las transforma en un elemento tóxico y potencialmente mortal.

Estas bebidas pueden llegar a tener hasta 35 miligramos de cafeína por cada 100 centímetros cúbicos. Esto significa que tomar una lata de energizante equivale a ingerir 2 a 3 cafés expreso concentrados. Mientras que es poco probable que un individuo ingiera varios pocillos de café en corto tiempo, es una práctica cada vez más común entre los jóvenes ingerir importantes cantidades de energizantes.

Es necesario mencionar que los propios fabricantes recomiendan no ingerir más de una a dos latas (100cc) por día. Esta sobredosis de cafeína, sumada a los efectos del alcohol, puede crear cuadros de gran excitación, desorientación, delirium y hasta convulsiones. Además, provoca la muerte de varios miles de neuronas por episodio.

Por supuesto, se deben agregar los daños directos generados por los actos de violencia y accidentes que los jóvenes intoxicados pueden promover a partir de este estado.

Sobre el aparato cardiovascular, este cóctel mortal genera un incremento exagerado de exigencia al corazón, al mismo tiempo que bloquea los mecanismos normales que el organismo tiene para adaptarse a este esfuerzo fuera de lo natural. Como consecuencia los jóvenes pueden sufrir hipertensión arterial e incluso infarto de miocardio, enfermedades que son esperadas usualmente en personas de mucha mayor edad. Es probable que la frecuente asociación de otras drogas tenga también un papel importante en estos graves daños a la salud.

Al respecto, el Hospital Italiano de Buenos Aires ha recibido pacientes de entre 25 y 40 años en su sala de emergencias afectados de infarto de miocardio, que debieron ser sometidos a angioplastía de urgencia para poder salvar sus vidas. Todos los pacientes habían tomado energizantes mezclados con alcohol en cantidades importantes, y en algunos casos las combinaron con drogas prohibidas. Estos pacientes no tenían riesgo de padecer un infarto y sus complicaciones, excepto por el antecedente de la ingesta de estas substancias.

FUENTE: Hospital Italiano de Buenos Aires
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