Hallan en cerebro un protector contra alcoholismo




Demian Magallán

ESTADOS UNIDOS
Un estudio ofreció claves para entender los mecanismos que protegen al cerebro contra el alcoholismo; niveles más altos del receptor de dopamina D2 pueden proteger a aquellos con historiales familiares de adicción


¿Por qué algunas personas con fuertes antecedentes familiares de alcoholismo desarrollan la enfermedad mientras que otros no?. Un nuevo estudio encontró pruebas de que algunas diferencias en la química cerebral podrían ser parte de la respuesta.

Investigadores de cuatro instituciones científicas y dependencia gubernamentales realizaron un estudio para el Laboratorio Nacional Brookhaven del Departamento de Energía de Estados Unidos, mediante el cual encontraron que niveles elevados de los receptores D2 de dopamina -un “mensajero” químico en el cerebro- podría tener un efecto protector para quienes son propensos a desarrollar el alcoholismo.

El estudio, parte de un proyecto que se realiza para entender la base bioquímica del abuso del alcohol, también ofrece nuevas evidencias sobre el vínculo entre los atributos emocionales y las funciones cerebrales.

El estudio es publicado en la edición de septiembre de la publicación especializada Archives of General Psychiatry.

Escaneos cerebrales
Escaneos Tomográficos de Emisión de Positrones revelaron que pacientes no alcohólicos con un historial familiar positivo en el abuso del alcohol tenían niveles más altos de receptores D2 de dopamina que sujetos no alcohólicos sin antecedentes familiares de la enfermedad.

La investigación sugiere que mniveles más altos de estos receptores podrían producir efectos protectores contra el alcoholismo en sujetos con historial familiar positivo.

El estudio también sugiere que los tratamientos del alcoholismo que contemplen un incremento de receptores D2 de dopamina podrían ser benéficos para sujetos en riesgo.

“Niveles más altos de receptores D2 de dopamina podrían proteger contra el alcoholismo al encender circuitos cerebrales relacionados con la inhibición de respuestas del comportamiento ante la presencia de alcohol”, dijo la líder del estudio, Nora D. Volkow, directora del Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA por sus siglas en inglés), y ex directora asociada de laboratorio para investigaciones de ciencias de la vida en el Laboratorio Nacional Brookhaven.

“Esto significa que los tratamientos contra el alcoholismo que aumenten los receptores D2 de dopamina podrían ser benéficos para individuos propensos”, explicó en un boletín difundido en Internet.

Estudios previos habían demostrado que el aumento de receptores D2 de dopamina mediante la manipulación genética disminuía el consumo de alcohol en ratas que habían sido entrenadas, o que eran genéticamente predispuestas a beber grandes cantidades de alcohol.

Otro estudio había encontrado que la “terapia genética” basada en el receptor D2 reducía la ingesta de alcohol entre ratones con niveles moderados de tales receptores.

El nuevo estudio agrega evidencia de que los receptores D2 modulan la motivación a beber alcohol, y que el aumento de estos receptores podría jugar un papel importante en los tratamientos contra el alcoholismo.

Los receptores D2 son uno de los cinco subtipos de receptores de dopamina.

En este estudio, los investigadores compararon el número de receptores D2 en dos grupos: 16 individuos no alcohólicos sin historial familiar de la enfermedad, y 15 personas no alcohólicas con antecedentes familiares de abuso de alcohol -un padre biológico con alcoholismo y al menos otros dos familiares de primero o segundo grado con la enfermedad. Los individuos del segundo grupo son altamente propensos a desarrollar el alcoholismo.

Los investigadores se concentraron en los individuos altamente propensos a padecer al alcoholismo en lugar de personas con desórdenes en su manera de beber debido a que el consumo crónico de alcohol reduce el número de receptores de dopamina, lo que dificulta las comparaciones.
Miércoles 13 de septiembre de 2006

FUENTE: El Universal/Secciones/Ciencia
http://www.eluniversal.com.mx/articulos/34590.html