Programa de acción: Adicciones



Alcoholismo


El consumo de bebidas alcohólicas se encuentra presente a lo largo de la historia del la humanidad y se asocia a situaciones de convivencia que ocurren en la vida cotidiana de muchas culturas. En México el uso de bebidas alcohólicas es una práctica arraigada en la cultura y su origen se remonta al período prehispánico. El alcohol estuvo vinculado a actividades religiosas, económicas, sociales y políticas de los pueblos que habitaron nuestro país.

Los problemas que suscita el abuso se conocen desde hace mucho tiempo, al igual que las medidas que se han intentado para evitarlos. En México, estos esfuerzos se realizan desde antes de la época colonial. Así a lo largo del tiempo las leyes, normas y reglamentos demuestran una preocupación permanente por los daños originados por el alcoholismo y el abuso del alcohol.

El Gobierno de la República , consciente de la importancia de continuar las acciones ya iniciadas, y de reconocer las nuevas direcciones que la vida contemporánea de nuestro país marca, se ha decidido a establecer acciones contundentes para abordar el problema del consumo abusivo de alcohol desde las perspectivas de la prevención, el tratamiento y el control, a través de la aplicación de los conocimientos científicos más recientes.

Así, el Programa contra el Alcoholismo y el Abuso de Bebidas Alcohólicas, representa un esfuerzo del gobierno federal para establecer el marco y contribuir al Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Nacional de Salud mediante las acciones de la sociedad organizada, tendentes a reducir el deterioro causado por el alcoholismo y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, así como su impacto en la salud de los individuos y de las familias, en la productividad y en el desarrollo económico y en la calidad de vida de los individuos.

En dónde estamos
Por los costos y daños individuales, familiares y sociales que en nuestro país origina el abuso de alcohol, se considera un grave problema de salud pública. La ingestión de bebidas alcohólicas está relacionada directa o indirectamente con cinco de las diez principales causas de defunción: las enfermedades del corazón, los accidentes, la patología cerebrovascular, la cirrosis hepática y los homicidios y lesiones en riña.

Se ha estimado que el abuso del alcohol, por sí solo, representa nueve por ciento del peso total de la enfermedad en México. Por otra parte, los resultados procedentes de encuestas nacionales indican que los problemas de alcoholismo y abuso de alcohol han aumentado, así como los daños en los planos individual, familiar y social. Los problemas en la economía de las familias se suman a los ocasionados por la violencia, la disminución de la productividad y de la prosperidad individual y social, así como por el sufrimiento moral del propio bebedor y de terceras personas.
De acuerdo con datos recientes, el 8.2% de la población cumple con los criterios de dependencia del alcohol y por lo menos tres millones de mexicanos abusan de las bebidas alcohólicas. Las tendencias recientes muestran también un aumento en el consumo, especialmente en las mujeres y una reducción en la edad de inicio entre los jóvenes. Por otra parte, al tratarse de una sustancia aceptada socialmente, la percepción de los jóvenes con relación al riesgo que significa el consumo, es baja, lo cual predispone al abuso y los daños a la salud que éste representa. En las mujeres de las grandes urbes como el Distrito Federal, el fenómeno del alcoholismo se recrudece, cuando se compara con lo que ocurre en otras entidades; igualmente, en ciudades como Monterrey el abuso en los jóvenes tiene altos niveles comparados con el resto del país.

A donde queremos llegar
El Programa contra el alcoholismo y el abuso de bebidas alcohólicas intenta vencer los retos que imponen la inequidad, la deficiente calidad y la desprotección financiera. Por ello, se trata de incrementar la cobertura de los grupos más desfavorecidos como los indígenas y las comunidades rurales, prestar atención especial a las mujeres y a los jóvenes, así como a las personas rn situación de reclusión, con la finalidad de disminuir las tendencias al aumento del consumo observadas en la última década, mejorando al mismo tiempo la capacidad resolutiva de las organizaciones e instituciones que atienden personas alcohólicas, en especial de los grupos de autoayuda; asimismo insertar acciones de prevención parra lograr objetivos comunes a los planteados por el programa de escuelas saludables, además contar con investigaciones actualizadas tanto en las áreas clínicas como en materia de epidemiología, y conocer cabalmente las modificaciones en los patrones del consumo en las entidades federativas. El programa se dirige además a lograr una disminución en los gastos familiares originados por este problema.

Qué camino vamos a seguir
Mediante estrategias de coordinación con diversos sectores de la sociedad organizada, intentamos articular la atención de los problemas relacionados con el consumo de alcohol a los servicios de atención de los diferentes niveles para identificar y tratar oportunamente a las personas que inician o que ya han iniciado el abuso; el camino de la equidad también implica acciones de prevención y promoción a la salud, dirigidas a aumentar los niveles de información acerca del consumo irresponsable y del alcoholismo entre la población, en especial de los sectores más desprotegidos. Para el logro de la calidad, procuremos mejorar la eficiencia y eficacia de los programas de prevención y tratamiento por medio de procesos de la capacitación y certificación de personas e instituciones que trabajan en el área. Se hará participar a las instituciones de enseñanza superior en los procesos de formación de personal altamente calificado para el abordaje de este problema. Los nuevos fármacos para el tratamiento del alcoholismo también se incluirán en los cuadros básicos, con la finalidad de mejorar la protección financiera de las personas y las familias que padecen problemas relacionados con el abuso de alcohol.

Nuestro compromiso
Equidad
  • Fortalecimiento de la infraestructura existente.
  • Atención a los grupos vulnerables.
  • Equidad en los servicios.
  • Apoyo a las organizaciones ciudadanas.
  • Calidad
  • Integración de un modelo de atención
  • Mejoría de la capacidad resolutiva del primer nivel.
  • Capacitación
  • Certificación de profesionales y técnicos.
  • Protección financiera
  • Inclusión de medicamentos en cuadros básicos para tratar alcoholismo

FUENTE: Secretaría de Salud/ Programa de Acción: Adicciones/ Alcoholismo
http://www.salud.gob.mx/unidades/conadic/trip_prog_alc.htm