Sistema Delusional de la Adicción




Este sistema psicopatológico forma el núcleo de la enfermedad de la adicción en su parte psicológica. Se compone de una serie de creencias, mecanismos de defensa, negación, autoengaño y otras distorsiones del pensamiento que en conjunto son conocidas como el Pensamiento Adictivo

* Negación o Autoengaño cuya función es la de separar al adicto de la conciencia que las consecuencias que la adicción tienen en su vida. De esta manera se reduce la ansiedad y además se protege el sistema adictivo, estableciéndose un equilibrio enfermo, del cual el adicto se mantiene atrapado, y que además es la razón por la que el adicto insiste en volver a usar aún luego de una crisis.

Negación: La negación simple de las situaciones negativas producto de la adicción
Minimización: Restarle importancia o significado a los eventos relacionados con las consecuencias de la adicción.

Racionalización: Asignar una razón lógica a algo que no la tiene o que es por naturaleza irrazonable.

Justificación: Justificar el uso en virtud de algo que ocurrió en el pasado o por la forma en que lo tratan o por cualquier otra condición existente en la vida del adicto

Proyección: Ver en los demás los problemas que el adicto está pasando en su propia realidad, de modo que puede culpabilizar a otros de su problema.

Futurización Salirse de la realidad presente y vivir en el futuro como una manera de no ponerse en contacto con su realidad presente.

* Distorsiones del Pensamiento propias de la adicción, que son generadas por las creencias adictivas. La función de estas distorsiones es producir sufrimiento de modo que se justifique el uso de sustancias o conductas adictivas para "aliviar" ese dolor de manera enferma. Sumadas a la negación y el autoengaño, estas distorsiones tienden a facilitar el proceso adictivo y despegan al adicto de la realidad de sus enfermedad.

Catastrofización: Asignarle una categoría de catástrofe aún al mas leve inconveniente de la vida personal. Es una manera de auto-sabotearse el crecimiento con el fin de justificar finalmente el uso. El adicto desarrolla una visión catastrófica que lo coloca en una actitud de víctima frente al mundo. Mortificación: La preocupación constante ante cualquier problema hace de la vida cotidiana, una constante ansiedad y sufrimiento que se usan como justificativo para continuar el uso.

Rigidez: Dificultad para abrir la mente y considerar otros puntos de vista. El adicto se aferra a sus percepciones con una fuerza tal, que puede hacer la comunicación muy difícil, sobre todo en el área del uso y el comportamiento adictivo.
Control: El miedo es la emoción fundamental en la personalidad del adicto y para manejar ese miedo, que muchas veces es desproporcionado, el adicto desarrolla relaciones basadas en el control interpersonal. Esto causa dolor en las relaciones y muchas veces termina produciendo violencia.

Pensamiento Blanco y Negro: La incapacidad para ver los grises es muchas veces un fuerte componente de la mentalidad adictiva, dificultando la comprensión mutua y animando a los juicios severos.

Impaciencia e Intolerancia: El adicto desarrolla una intolerancia marcada por situaciones que involucra incomodidad o es y más bien actúa por impulsividad siguiendo la regla de "quiero lo que quiero, cuando lo quiero y como lo quiero"

Soberbia y grandiosidad: La personalidad del adicto regresiona en cierta manera a la adolescencia, aflorando muchas veces conflictos no resueltos con la autoridad y, conducta de reto permanente. Esto se debe a una hipertrofia del ego como compensación al deterioro en la autoimagen que se produce por el impacto de la adicción en la vida de la persona.

* Sistema de Creencias Adictivo. Todas estas distorsiones provienen del sistema de creencias adictivo que conforman la raíz del desorden adictivo en el plano mental. Para poder recuperarse de la adicción es necesario detectar y cambiar dichas creencias adictivas.

FUENTE: Adicción/Sistemas Jóvenes/Gonzalo Aizpún
http://adiccion.sistemasjovenes.com.ar/sistema-delusional.htm